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Bloody Hell.

Muke Clemmings IdkTrabajo1 de Noviembre de 2015

634 Palabras (3 Páginas)121 Visitas

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Bloody Hell

-¿¡Qué demonios quieres idiota!?-

Escuché un grito. A leguas se notaba que era una voz masculina. Volteé a ver de dónde provenía aquel grito, me di cuenta que la voz venía desde un callejón. Dudé entre acercarme o no. En mi cabeza rondaban dos grandes interrogantes: ¿qué era lo iba a encontrar si me acercaba? O ¿Saldría viva si iba hasta allí? Seguí mi instinto y me acerqué.

 -¡Déjalo en paz!- grite y me acerqué al idiota que golpeaba  a un hombre brutalmente. Todo estaba demasiado oscuro, y lo última que logre ver fue la mano de la persona que atacaba a aquel hombre, colocando un paño sobre mi nariz y boca. Mi último pensamiento fue: Que idiota eres Cristie.

Cuando desperté, no logré ver nada, tenía algo que cubría mi boca. Y estaba amarrada a una silla. Intente gritar, pero era más que obvio que nadie me escucharía.

-Al fin despertaste. Si gritas te cortare la lengua- retiró lo que me cubría la boca, pero al atemorizarme por sus palabras, no dije absolutamente nada- ¿No dirás nada?

-¿Quién eres?

-Todos preguntan lo mismo. Jamás doy mi nombre

-¿Todos? ¿A qué te refieres? ¿Dónde está el hombre que golpeabas?

-¿Por qué demonios protegiste a ese infeliz?

- Porque jamás me han gustado la violencia ni las injusticias.- No fui consciente del momento en que las lágrimas recorrían mi rostro.

-Si sigues llorando mojarás la venda que te cubre los ojos.

-¿Qué harás conmigo y con el hombre al que golpeabas?- Rogaba que me dejara libre.

- Tú estarás un tiempo conmigo, en cuanto a él… -largo una risa siniestra- le espera un pequeño castigo.

Lo único que escuché  después fue el ruido de una puerta cerrarse. No quería problemas con aquel tipo así que opte por cerrar la boca y quedarme quieta como nunca antes lo había hecho. ¿Lo bueno de esto?... Estaba sentada.

No sé cuánto tiempo habría pasado. Escuché la puerta abrirse y comencé a temblar.

-Veo que ya estas mejor- sentí que se acercaba- Ahora vas a descubrir dónde está el idiota al que quisiste proteger.

Me quitó la venda y me sacó las amarras de las manos. Me tomó de un brazo y susurró en mi oído:

-Si intentas algo, te mueres.

Salimos de esta habitación para entrar en otra la cual tenía una puerta roja. Al ingresar pude ver que este cuarto estaba lleno de todo tipo de armas. En una mesa metálica se encontraba el hombre. Al lado había un reloj que marcaba 23:55 PM. 

-Bien que comience el juego- No lo logre entender sus palabras. Volvió a amarrarme esta vez sin cubrir mis ojos. Esperó hasta que el reloj marcó 00:30PM y volvió a hablar:

-¿Querías saber por qué este imbécil estaba aquí no?, es porque le encanta golpear mujeres.

Tomó una cuchilla y se acercó al hombre y comenzó a desmembrarlo. Sus gritos retumbaban en mi cabeza. Me quede callada observando fijamente como mataba a aquel hombre. En algún momento miré al suelo y pude ver una pequeña navaja. Estire la pierna. No se percató que había amarrado mal los nudos, comencé a mover mis manos y logré soltarme. Tomé la navaja del suelo, el muy idiota estaba tan concentrado, cortándole los dedos al hombre, que ni cuenta se dio de que me coloqué detrás de él.

Enterré la navaja en su espalda reiteradas veces, soltó su cuchilla y volteó lo miré a los ojos y le dije:

-Lo siento, eras tú o yo.

Cayó al suelo y volví a enterrar la navaja esta vez donde creí que estaba su corazón, aun agonizaba así que tenía que acabarlo rápido. Una vez que hubo muerto solté la navaja y me disponía salir cuando observe mi ropa… Tenía su sangre.

-Diablos- Mascullé

No me importó, era de noche. Nadie me vería. Salí del edificio en silencio y me prometí que jamás volvería a ayudar a alguien…

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