Holly Hell

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Documental Holly Hell

Andrea Guadalupe Romero Olivares

Paloma Buitron

5 de noviembre 2017

Holy Hell

Es un documental estadounidense de Will Allen del 2016. Un documental  que me dejo intrigada y asombrada, muchas veces había escuchado sobre sectas, sobre la religión y la manipulación, pero nunca me imagine la forma en que estas personas manipulan a otras personas sin que ellas se den cuenta o no se quieran dar cuenta de lo que les esta pasando, de lo que les están haciendo, siempre creí que los integrantes de aquellas sectas eran personas sin muchos estudios, sin una preparación, fácil de entrar en sus mentes, pero viendo el documental me doy cuenta que las personas eran inteligentes, con estudios universitarios con familia que los quiere y amigos, ¿Cómo la manipulación es tan importante y poderosa en la sociedad?

Holy Hell nos va enseñando a través de videos caseros, entrevistas y audios como es que una secta vive, Will Allen uno de los miembros de esta secta llamada Buddhafield durante 22 años nos enseña como es que llego hasta esta secta para formar parte de ella. El llego ahí porque se sentía incompleto sin un rumbo de vida quería ser alguien, después de confesarles a sus papás que era gay y ellos rechazarlo y decirle que se fuera de su casa, Allen se siente perdido, y es cuando su hermana lo invita a este grupo, en donde conoce a Michael “El maestro” el líder del grupo quien los hace reencontrarse con ellos mismo a través de la religión, Allen juega un papel importante para Michael pues es su camarógrafo personal.

El grupo se dedicaba a hacer yoga, irse de retiro, bendecirse y darse abrazos, entre otras actividades. Pero sobre todo se sentaban para escuchar y obedecer a Michel, un ex bailarín y actor muy narcisista y mentalmente enfermo. Will retrata con su cámara la vida en Buddhafield, la primera época idílica en las playas de California, las mudanzas del grupo en los 90 de Los Ángeles a Austin y Hawaii, y la ruptura de la ilusión que pronto dio paso a la paranoia, a la mentira y a los secretos oscuros de la secta. Los miembros de Buddhafield se reúnen en torno a él, riéndose de cada pequeña broma que hace, de cada palabra y disfrutando de las caricias que les dedica su “maestro”

Para Michel, el ejercicio físico era muy importante y forzaba a sus discípulos a hacer deporte al menos 3 veces por semana. El Maestro también recordaba sus años de bailarín de ballet y organizaba actuaciones en las que los disfraces, el maquillaje, los juegos de iluminación y el sonido envolvente eran necesarios y de alta calidad. Incluso llegó a construir un gran teatro dedicado a aquellas representaciones. “Hicimos un ensayo general pero nunca se llegó a representar. Nunca nadie lo vio” son las palabras de Allen en una escena en donde se muestra el espectáculo.

Los rituales Shakti de la filosofía budista eran comunes en Buddhafield, y Michel ofrecía a ciertos seguidores una experiencia directa con Dios. Los miembros de la secta conseguían un estado de elevación que rememoran como una experiencia similar a la del LSD, pero todos coinciden en afirmar que no se ingerían drogas en la comunidad. Al menos conscientemente. La sensación mística se conseguía tras largas sesiones de lavado de cerebro a jóvenes vulnerables y con problemas afectivos. Sexo no consentido, abortos obligados, lavado de cerebro y terapias psicológicas caras eran comunes en el día a día en Buddhafield. El Maestro había obligado a sus seguidores más jóvenes, hombres y mujeres, a tener relaciones sexuales con él durante años. Presionaba a las mujeres para que abortaran y hacía que muchos de sus seguidores se sometieran a operaciones de cirugía plástica solamente para ver como le quedarían esas modificaciones a él.

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