Demian

Sinclair no sería nada sin Demian.

El ser que le guio, mas no le mostro el camino exacto en su la búsqueda de un dios que uniera lo bueno y lo malo, el mundo claro y el oscuro, donde todo fuera realmente eso, un todo, y no solo una parte de. Abraxas es el nombre.

A través de este libro vi replantearse cada uno de los aspectos de mi vida, vi que los malos no son malos todo el tiempo, y los buenos tampoco son buenos todo el tiempo, si el bueno triunfa; es porque le hace algo malo al malo, es porque no se deja hacer, porque se vuelve valiente.

Este libro es una de las cosas más bellas que ha caído en mis manos, mi madre me pregunto qué era lo que tanto me gustaba de el libro, se lo preste, la muy torpe ni siquiera ha leído la primera oración. Es algo parecido a lo del destino, nadie busca su destino, es llamado por este y así se va la vida, en el momento adecuado, cuando sea preciso, abrirá el libro, y sentirá que Demian le guía a través de aquel bello estigma.

Si hubo algo que me encandilo de este libro es que logra algo que mis terriblemente odiados libros de reflexión y superación personal juntos jamás podrán hacer, y ese algo es abrirnos los ojos ante la verdad de que no debemos ser personas de bien y ejemplos a seguir; sino que en cada uno de nosotros habita el bien y el mal, y que solo con ambos podemos ser una persona, mas no cualquier persona, sino la que nosotros queremos ser; el ideal no será marcado por los padres o la sociedad, al contrario la meta será trazada por nosotros mismos al igual que el camino, y en ese camino nosotros seremos quienes lo tracemos, iremos rompiendo poco a poco trozos del cascaron hasta poder salir de el como lo que queremos ser en nuestra propia perfección, hecha de nuestros deseos, inquietudes y añoranzas.

Sin embargo la palabra sin hechos no vale, y eso le sucedió a Pistorius.

Cuando intente leerme a través del libro, note que me encontraba en la parte más oscura y terrible de la juventud de Sinclair, aquella en que vivía borracho y haciendo cosas que le daban cierta aceptación social, pero al poco rato esta frágil felicidad era destruida por la realidad de que no estaba bien consigo mismo, que había perdido su camino, cuando todo le molestaba y era demasiado fastidioso hacer cualquier cosa; viviendo por cosas irreales (Beatrice) ajenas a nuestra creación, sin embargo; ahora me falta hacer lo ajeno mío y perfecto para mi (el retrato de Frau Eva) para poder llegar a mi destino, para estar bien conmigo y poder empezar a crecer dentro del cascaron; y quizá, con un poco de suerte o con ayuda de la casualidad (mentira, estas no existen, todo es por la voluntad) pueda verme asemejada en el espejo a mi guía, pero yo no tengo guía, esto es un poco triste.

Pero, cuando intente hacer de este modo este reporte de lectura por llamarlo de algún modo, supe que no quería hacerlo

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