EL LABERINTO DE LA SOLEDAD. CAPITULO 4 "LOS HIJOS DE LA MALINCHE"

EL LABERINTO DE LA SOLEDAD

CAPITULO IV: “LOS HIJOS DE LA MALICHE”

En este capítulo describe como es el mexicano, en donde destaca como causa principal los antecedentes históricos que tenemos desde nuestros antepasados en donde el autor menciona: “La historia nos ayuda a comprender ciertos rasgos de nuestro carácter”. Se hace una comparación de los mexicanos con otras razas en cuanto a su manera de pensar, expresar sus sentimientos y su misterio, así mismo menciona las diferentes facetas del mexicano haciendo referencia a los obreros, los técnicos, los sistemas que hay en el gobierno, el trato a la clase trabajadora, el papel de las mujeres en la sociedad y el lenguaje que utilizamos.

Los mexicanos tenemos un carácter que nos distingue de los extranjeros y es que actuamos de una forma violenta y orgullosa. Una palabra que nos distingue es “la chingada” a la cual le damos diferentes usos y significados dependiendo a la persona y el humor que se tenga. Al hablar de la palabra “chingar” podemos hacer referencia a una forma de herir y lastimar o también se puede tratar de “ser mejor”, pero igualmente puede implicar la idea de fracasar, todo va dependiendo conforme al contexto y la situación.

Cabe destacar que también interpreta a “la chingada” como “la madre que ha sufrido” en donde explica que es la madre abierta, violada o burlada por la fuerza. Siendo que de aquí surge la expresión de los mexicanos: “hijo de la chingada”, en donde hacemos referencia al engendro de una violación, del rapto o de la burla. En relación con esto hace mención a la Malinche quien se entregó a Cortéz, mujer que traiciona a su pueblo y después Cortéz la deja cuando deja de serle útil, y entonces los “malinchistas” son los verdaderos hijos de la malinche, es decir, la chingada en persona, pero el mexicano resentido reniega de la madre chingada, de la madre violada, e incluso busca el modo aclararle al mundo que “malinchismo” es sinónimo de traición, y así elimina su origen, ya no es español, ya no es mestizo, ya no es indio, tan solo hombre, que empieza y termina en sí mismo, una vez más el mexicano se termina negando el derecho de existencia por su antigua historia.

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