EL VALOR DE EDUCAR

EL VALOR DE EDUCAR. FERNANDO SAVATER.

A lo largo de este libro el autor presenta la educación como una pieza clave en el desarrollo de las personas como seres humanos, ademas de eso, habla de la forma en como se ha dado esta y el papel que debe jugar el maestro incitandolo a reflexionar en la manera como enseña, ayudandolo a encaminar sus conocimientos, reconociendo desde sus primeras paginas que este trabajo es admirable.

En el primer capitulo Savater escribe sobre el aprendizaje humano, afirma que ser humano es un deber, el cual debemos llegar a convertirnos a lo largo de los años, explicando que somos seres humanos desde que nacemos pero es nuestro fin concientizarnos y llegar a valorar lo que somos; el hombre llega a esto a través del aprendizaje que toma de otros,pues el ser humano aprende de lo que otros le comparten y de lo que le permiten reflexionar- La educación transmite muchas cosas, por ejemplo que no somos unicos pues ésta nos abre las puertas al aprendizaje tomando muchas veces como base el pensamiento de otros, enseñando que aunque algunos murieron conviene tener en cuenta sus aportes, la ensañenza está ligada al tiempo, pues el aprendizaje debe compartirse de generación en genración, creando un memoria colectiva que perimita innovar. Entonces se puede deducir que todos pueden enseñar algo, pero esto no no quiere decir que cualquiera sea capaz de enseñar cualquier cosa, he ahí la importancia de la educación mas allá de la instrucción ya que la primera fomenta valores y la formación del alma mientras que la segunda da a conocer destrezas tecnicas o teorías cientificas.

Se debe resaltar que el ser humano vive en sociedad y Savater se refiere a la familia como un icono trascendental en la educación. La socialización del niño empieza desde aquí, donde puede aprender principios o prejuicios, lo que el niño aprenda dentro de su nucleo familiar será dificil de cambiar, los padres tendrían que velar por sus hijos desde todos los aspectos. Pero cada vez el papel de la familia se ha ido perdiendo, y los padres ya no se comportan como tal, es necesario que ellos responsabilidades y actitudes maduras. Si esta socialización se da de manera fructifera, las siguientes etapas serán formadas sobre estas bases fuertes, en cambio si la familia no se hace participe en la educación del niño, este crecerá con vacios y la labor de la escuela y del maestro será doblemente complicada.

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