EL VALOR DE EDUCAR
YAYO23Tesis29 de Julio de 2014
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EL VALOR DE EDUCAR
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1. EL APRENDIZAJE HUMANO
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Los humanos nacemos PARA la humanidad. La condición humana es en parte espontaneidad natural
pero también deliberación artificial: llegar a ser humano es un arte.
Los animales nacen siendo lo que definitivamente son. El recién nacido humano se encuentra
mucho tiempo desvalido e incompleto (neotenia). Sin embargo los recursos del niño se multiplican en
tanto que el mono empieza a repetirse. El mono cae pronto en la ancianidad que supone no poder
aprender nada nuevo, pero el ser humano siempre es joven. El hombre aprende por mimetismo. Lo
específico de la sociedad humana es que sus miembros no se conviertan en modelos para los jóvenes de
forma accidental, sino de forma intencional. Se fuerza la imitación por la constatación de la
ignorancia. Quien no indaga, constata y deplora la ignorancia ajena no puede se maestro, por mucho
que sepa.
[MÍO La educación permite al individuo advertir, controlar, potenciar y enfocar sus
sentimientos al mejor uso.]
Lo propio del hombre no es sólo el aprender, sino el aprender de OTROS hombres: EL HECHO DE
ENSEÑAR A NUESTROS SEMEJANTES Y DE APRENDER DE NUESTROS SEMEJANTES ES MÁS IMPORTANTE PARA EL
ESTABLECIMIENTO DE NUESTRA HUMANIDAD QUE CUALQUIERA DE LOS CONOCIMIENTOS CONCRETOS QUE ASÍ SE
PERPETÚAN O TRANSMITEN.
De lo que nos rodean aprendemos conocimientos funcionales (¿no creativos?), pero la llave
para entrar en el jardín simbólico lo hemos de pedir a nuestros semejantes (Saussure y la ‘langue’).
De ahí el error de homologar la dialéctica educativa con el sistema por el que se programa la
información de los ordenadores. No es lo mismo procesar información que comprender significados.
Kant constata que la educación nos viene siempre de otros -> Las carencias de los que
instruyen reducen las posibilidades de perfectibilidad de los alumnos. Sin embargo, si otro ser nos
educara, se perdería algo esencial: el parentesco entre enseñantes y enseñados: LA PRINCIPAL
ASIGNATURA QUE SE ENSEÑAN LOS HOMBRES A SÍ MISMOS ES EN QUÉ CONSISTE SER HOMBRES.
Hasta tal punto es así que el primer objetivo de la educación consiste en hacernos
conscientes de la realidad de nuestros semejantes. Es decir, tenemos que aprender a leer sus mentes,
lo cual no equivale a la destreza estratégica de prevenir sus acciones para adelantarnos a ellas
para condicionarlas en nuestro beneficio, sino que implica ante todo atribuir estados mentales como
los nuestros y de los que depende la propia calidad de los nuestros.
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2. LOS CONTENIDOS DE LA ENSEÑANZA
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La educación transmite a cada ser pensante:
1º No somos únicos -> Sociedad -> Aprenderá que muchos de sus semejantes ya
murieron y que sus descubrimientos y luchas
siguen contando y le conviene tenerlas en cuenta
para mantener o renovar el orden de las cosas.
2º No somos los iniciadores -> Tiempo -> Nos vemos cargados de nuestro de linaje de
símbolos y normas pretéritas, de amenazas y
esperanzas venideras.
La enseñanza está ligada intrínsecamente al tiempo, como transfusión deliberada y
socialmente necesaria de una memoria colectivamente elaborada, de una imaginación creadora
compartida.
Cualquiera puede enseñar (niño-niño, jóvenes-adultos, anciano-joven). ¿Para qué los profesionales de
la enseñanza? Porque que cualquiera pueda enseñar ALGO no quiere decir que cualquiera sea capaz de
enseñar cualquier cosa.
¿Qué es lo que puede enseñarse y debe aprenderse? Una reflexión sobre los fines de la
educación es una reflexión sobre el destino del hombre, sobre el puesto que ocupa en la naturaleza,
sobre las relaciones entre seres humanos.
Como nunca resulta infructuoso en estos casos que nos comprometen con lo esencial, volvamos
a los griegos. Separemos:Jerónimo Armario Toro
Jerónimo Armario Toro – 1999 – Bajado de www.respublicae.net
- Educación (pedagogo) -> valores (siempre importantes hasta el s. XIX en que se invierte
la estima). Habilidades abiertas (hablar, razonar, poesía,
pintura, música). Nunca se pueden dominar de una forma
completa.
- Instrucción (maestro) -> técnicas. Habilidades cerradas.
Hoy día se sabe que:
- E ^ -I -> no puede fraguarse en la ignorancia de todo aquello necesario para
valorarse profesionalmente.
- -E ^ I -> Robot asalariado.
Una vez dominadas, las capacidades cerradas pierden interés, pero las abiertas plantean
nuevos problemas de mayor alcance. El éxito en el aprendizaje de las habilidades cerradas es
ejercerlas olvidando que las sabemos; en las capacidades abiertas, implica ser cada vez más
conscientes de lo que nos queda aún por saber.
La propia habilidad de aprender es una capacidad abierta. Esta capacidad posibilita a las
demás. Lo importante es enseñar a aprender (formar fábricas en vez de almacenes).
Michael Foucault ha mostrado los engranajes según los cuales todo saber y también su
transmisión establecida mantienen una vinculación con el poder o, mejor, con los difundidos poderes
que actúan normalizadora y disciplinariamente en el campo social.
Habría que retomar una asignatura (ahora en el currículum oculto): la propuesta de MODELOS
DE AUTOESTIMA. El reconocimiento de lo humano por lo humano es un imperativo en la vía de maduración
personal de cada uno de los individuos. Pero ese reconocimiento implica siempre una valoración, una
confrontación con un ideal.
[MÍO La devaluación de la función docente hace esto más difícil para el profesor, que no es centro
social].
Si la escuela renuncia a este designio, los niños y adolescentes negociarán su
autoestimación en otros círculos, porque nadie puede pasar sin esto.
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3. EL ECLIPSE DE LA FAMILIA (como socializadora primaria)
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En los primeros años el niño se educa en el entorno familiar. Se produce aquí la
SOCIALIZACIÓN PRIMARIA. El niño aprende a:
hablar, asearse, vestirse, obedecer a los mayores, proteger a los pequeños, compartir con
los demás, respetar las reglas de los juegos y distinguir el bien o el mal de forma primaria según
los preceptos de su comunidad.
Después se educa en el colegio, la SOCIALIZACIÓN SECUNDARIA, que depende para ser fructífera
de la primera.
En la familia el clima está recalentado por la AFECTIVIDAD. Del mundo exterior se puede
refugiar el niño en la familia pero de esta no tiene escapatoria. La principal motivación de las
actitudes sociales es el miedo a dejar de ser amado por quienes más cuentan para nosotros en cada
momento de la vida.
La educación familiar funciona por vía del ejemplo y el aprendizaje se da por identificación
total con sus modelos o por el rechazo visceral (niños infelices). Se pueden aprender principios
moralmente estimables o prejuicios, ambos muy difíciles luego de cambiar.
Pero hoy día la familia no cubre plenamente su papel socializador, y se demanda esa tarea al
educador. ¿Por qué esta desgana?
- Causa sociológicas: Cada vez hay menos mujeres, ancianos y criados, que eran antes quienes
pasaban más tiempo con los niños.
- Causas psicológicas: El culto a lo joven nos priva de ideales senior. Quienes por
cronología deberían aceptar la madurez, se apresuran a rechazarla con esforzados ejercicios de
inmadurez. De ahí que la experiencia esté en franco desprestigio. El senior que se niega a
serlo dice: - "Yo sigo pensando lo mismos que a los 17 años"
- o descarta ideales del pasado.
Se prefiere al joven virgen de prejuicios capaz de aprender el manejo de los nuevos
aparatos. Pero para que la familia actúe educativamente se necesita a un adulto. El padre como
'mejor amigo de sus hijos' o la madre como 'hermana mayor de sus hijas' no sirven.
Cuanto menos padres quieren ser los padres más paternalista tiene que ser el Estado. Se da
la CRISIS DE AUTORIDAD DE LAS FAMILIAS. Consiste en una antipatía y recelo no tanto del concepto de
autoridad ('ayudar a crecer'), sino de tener que usarlo en el ámbito familiar del que se esJerónimo Armario Toro
Jerónimo Armario Toro – 1999 – Bajado de www.respublicae.net
responsable. La autoridad ayuda a configurar en los niños el PRINCIPIO DE REALIDAD [MÍO CONCEPTO
FREUDIANO]: capacidad de restringir las propias apetencias en vista de las de los demás y aplazar o
templar la satisfacción de algunos placeres inmediatos para cumplir objetivos a largo plazo. El
principio de realidad tiene su origen en el miedo. Esto hay que asumirlo [MÍO es la única motivación
de que podemos disponer en esos
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