El Amor Es Un Pensamiento, No Un Sentimiento

El problema de los sentimientos es que en parte son la conclusión precipitada de nuestros sentidos. Tomando al amor como un sentimiento, de nuestra sensibilidad depende encontrarlo donde sea, lo estemos buscando o no. Pero, ¿el amor es algo que nace?, o, ¿que se construye? ¿Realmente se puede amar a alguien con solo mirarlo una vez?

Guiándonos por el diccionario, el amor debería ser algo que se construye conforme evolucionan las relaciones de los seres involucrados, puesto que las personas necesitan familiarizarse con el entorno antes de desenvolverse a plenitud; antes de entregar y manifestar afecto. La reciprocidad es indispensable para tener una estabilidad relativa.

La duración y la fuerza de los sentimientos son una responsabilidad, esto quiere decir que, aparte de afectar indirecta o directamente al ser o al objeto amado, un cambio en nosotros también altera nuestro entorno. Las fobias y el amor podrían ser un ejemplo, cuyo primer encuentro es fundamental para que, sin la necesidad de repetirlo, se pueda temer y amar en la mente.

Pero, ¿y el cuento? No es que lo haya olvidado, es más, lo he tomado en cuenta desde el principio, puesto que la luna de miel de Jordán es tal y como lo expresa el narrador: un escalofrío; todos los actos comunicativos de esta pareja parecen estar regidos por la diplomacia, en acuerdo con el espacio donde se desarrolla la historia: gama de grises, blancos… colores que, en este caso, expresan neutralidad.

No obstante, se dice que se amaban, cada uno a su manera, teniendo en su mente el concepto del amor, el cual, en las novelas y fuera de ellas, varía de persona a persona.

(Pero en el fondo, nuestras definiciones y la del diccionario tienen algo en común: el amor no busca el mal, ni la destrucción). Entonces el amor es algo que está en la mente, siempre, en forma de idea. Por esto, cuando Alicia está moribunda, el amor se extiende por el cuerpo de Jordán, dominando sus actos, haciéndole notar la pérdida de tiempo que sería dormir mientras su esposa agoniza, obligándolo a repartir caricias, y atenderla como no lo había hecho hasta entonces: él siempre creyó amarla, pero al final la amó en realidad, manifestándolo.

En conclusión, el amor sigue y seguirá siendo algo presto a numerosas interpretaciones, porque al final, de nuestra sensibilidad depende qué, cómo, y cuándo amar. Aunque este ensayo buscaba demostrar que el amor es un pensamiento, no se pudo lograr. Pero tal vez sea correcta, o por lo menos válida la comparación con el concepto que da la Física de la fuerza, resultando lo siguiente: el amor no se crea ni se destruye, sólo se transforma.

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