“El Quijote de la mancha”

UNO QUE LUCHABA CONTRA GIGANTES

 Karol Dhaliana Medina Castillo

Cuando se escucha el nombre de “El Quijote de la mancha” es un nombre que retumba en todas partes, o es así, como se ha dado su lugar y poner este título en el mapa por cientos de años a lo largo de la historia, como se sabe la obra universal del gran autor Miguel de Cervantes, el cual manejó esta y muchas de sus obras con un lenguaje supremamente complicado, puesto que se habla de aquella época con un entorno completamente diferente, es decir, algunos siglos pasados. En todo caso, y no siendo diferente esta llegó a tener tanta fama que hoy por hoy es un nombre que todo mundo conoce y este ha sido el protagonista de miles de referencias, series y demás, considerándose a “el manco de Lepanto” un pionero de la gramática universal, y con todo eso, su gramática tan difícil y la antigüedad de su obra, siendo esta misma un legado mundial, Cervantes es un autor que todos pueden leer, y de quien todos pueden aprender, entre otras cosas a mejorar su lenguaje.

Una vez enfocados más en la obra, se puede observar que es bastante versátil y muy humorística, satirizando las novelas de caballería, pero también tiene mucha crítica social, y siendo a la vez tan compleja pero como "No hay libro tan malo--dijo el bachiller-- que no tiene algo bueno"(Cervantes, 1966, p. 2). Siendo esta misma enfocada en aquella tierra madre de tiempos ancestrales en la cual renace y es tomada por los siglos una de las frases más celebres de aquel escrito en la se radica “en un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor” (Cervantes, 1966, p.1).  Aluciando aquel cómico pero tan determinado protagonista.

Es tan audaz y tan soez su forma de ser que es muy atrapante proseguir con sus aventuras, de las más recónditas y conocidas como se expresa en el título, es uno que luchaba contra gigantes, donde se puede concentrar y reflexionar en el personaje y aplicarlo en la vida, puesto que al final resultaron ser molinos como bien se sabe, pero para Don Quijote estos seguían siendo Gigantes a los cuales vorazmente se atrevió a enfrentar sin temor alguno. Es en aquel momento donde se analiza y se deduce que pese a ello los únicos obstáculos del ingenioso Hidalgo solo existían en su cabeza como el mismo dice "Cada uno es hijo de sus obras" (Cervantes, 1966, p. 47). Y es así como la reflexión se vuelve más sincera y las incógnitas se abren, que pese a ser una obra de siglos pasados y de alguien que no contaba con cordura, los problemas estaban en su cabeza, al igual que el mundo actual y su sociedad.

Todo esto le impidió analizar con claridad su diario vivir. Él pensaba que era verdadero todo lo que sus novelas decían y creía menester desarrollar una profesión de Caballero en una época donde esto ya no se estilaba. Su afán por los libros lo llevan a introducirse, tanto en aventuras como en problemas. La novela muestra a un hombre común, que lucha constantemente por sus ideales, que aunque todos le señalaban el claramente se manifiesta diciendo.

"Yo sé quién soy--respondió don Quijote--, y sé que puedo ser no sólo los que he dicho, sino todos los doce Pares de Francia, y aun todos los nueve de la Fama, pues a todas las hazañas que ellos todos juntos y cada uno por sí hicieron, se aventajarán las mías". (Cervantes, 1966, p. 5)

 El cual presenta un fuerte afán de superación propia y lucha contra las adversidades para conseguir lo que su corazón anhela. Se basa en la perspectiva de que el hombre es un ser bueno por naturaleza y que son las cosas del mundo que lo rodean las que provocan en él un cambio. Muestra que, aunque la familia y la gente que lo rodea estén en su contra, él sigue adelante, lo que propone la idea de un hombre tenaz, que lucha por lo que quiere para su vida.

Esto último es un ejemplo para, tantos jóvenes como personas en general. Hoy en día la mayoría de la gente se rinde en cuanto ven que las dificultades que se les presentan no son fáciles de superar; y peor aún, se rinden si los demás les dicen que no podrán lograr superarlo, enfatizando los círculos sociales que todo mundo tiene, que son tan esenciales en el mundo, como aquel Quijote que siempre contaba con Sancho Panza, quien a pesar de saber cómo era su amo él nunca le abandonó y a toda costa le seguía y le apoyaba o es así como el mismo se expresaba diciendo y dando retorica a sus palabras.

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