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Quijote De La Mancha


Enviado por   •  13 de Mayo de 2013  •  6.608 Palabras (27 Páginas)  •  245 Visitas

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Una obra literaria no es un medio para comunicar el autor determinadas experiencias. Es el medio en el cual realiza él mismo tales experiencias. Cervantes había hecho la experiencia viva de lo que es el alma hispana en sus vertientes: la quijotesca y la sanchopancesca. El momento en el cual se encontró más vivamente con el espíritu hispano fue cuando se puso a escribir El Quijote. Esta obra no es posterior al encuentro cervantino con el núcleo de la forma española de sentir y vivir la vida; marca el momento culminante de tal encuentro. Cuando un autor escribe una obra, está entrando en juego con la realidad descrita en ella, que no se reduce a un conjunto de objetos, sino que es en todo rigor una trama de ámbitos, una historia viva. Al hacer juego con ésta, se le ilumina su sentido más hondo. La obra literaria es un campo de juego y de iluminación.

Intención de la obra.

Cervantes afirmó varias veces que su primera intención era mostrar a los lectores de la época los disparates de las novelas de caballerías. En efecto, el Quijote ofrece una parodia de las disparatadas invenciones de tales obras. Pero significa mucho más que una invectiva contra los libros de caballerías. Por la riqueza y complejidad de su contenido y de su estructura y técnica narrativa, la más grande novela de todos los tiempos admite muchos niveles de lectura, e interpretaciones tan diversas como considerarla una obra de humor, una burla del idealismo humano, una destilación de amarga ironía, un canto a la libertad o muchas más.

Entre otras aportaciones más, el Quijote ofrece asimismo un panorama de la sociedad española en su transición de los siglos XVI al XVII, con personajes de todas las clases sociales, representación de las más variadas profesiones y oficios, muestras de costumbres y creencias populares. Sus dos personajes centrales, don Quijote y Sancho, constituyen una síntesis poética del ser humano. Sancho representa el apego a los valores materiales, mientras que don Quijote ejemplifica la entrega a la defensa de un ideal libremente asumido. Pero no son dos figuras contrarias, sino complementarias, que muestran la complejidad de la persona, materialista e idealista a la vez.

Personajes y sentido

Don Quijote, quien vive obsesionado por los libros de caballería, se lanza a la aventura. Esto indica que llevaba una vida aburrida y tenía ganas de variarla. El personaje oscila entre la sensatez y la locura.

Sancho Panza no es la antítesis de Don Quijote. Su conocimiento está dado por la experiencia. No es un cobarde y defiende su dignidad cuando es necesario.

Hay otros personajes, tales como: Maritormes (criada de la venta), Ginesillo (pícaro), gente de la aristocracia cuyas virtudes y defectos Cervantes resalta. Además, hay referencias a hechos históricos y en general sobre la españa barroca que Cervantes observa con ironía y comprensión.

Los contemporáneos entendían al Quijote como una obra cómica y satírica, pero a partir del siglo XIX se empiezan a considerar en ella el idealismo (Quijote) y el materialismo (Sancho) y se hace otras varias reflexiones.

El estilo es variado. El lenguaje es familiar, similar al que solía usarse en los libros de caballería o en los romances antiguos y no faltan ejemplos de lenguaje culto y literario.

Homenaje al hombre universal,, con sus voirtudes y defectos, el Quijote es, además, un apasionado canto a la dignidad y libertad humanas.

Primera parte

A. Prólogo.

1. Narra brevemente el argumento de los quince primeros capítulos.

Cuenta Cervantes en los primeros capítulos como y con quien vivía Alonso Quijano que, del mucho leer novelas de caballería y del poco comer y dormir se quedó loco. Así, torna su nombre al de Don Quijote, otorga a su escuálido caballo el sobrenombre de Rocinante y se inventa una dama enamorada a la que llama Dulcinea del Toboso. Y una mañana, sin que nadie le vea, sale sólo de su aldea y emprende un camino sin rumbo fijo. Al atardecer llega a una venta, que su imaginación le hace tomar por un castillo, y ruega al ventero, a quien cree alcaide del castillo, que lo arme caballero, y éste, con la intervención de dos mozas, así lo hace (en una grotesca parodia de la ceremonia caballeresca). A la mañana siguiente, Don Quijote, intenta, ya en camino, liberar a un muchacho de ser azotado por su amo; más adelante encuentra a unos mercaderes toledanos, a los que exige que proclamen la belleza de Dulcinea y, en la lucha en que se entabla, cae del caballo y es apaleado, quedando tendido en el suelo donde comienza a recitar el romance de Valdovinos; un vecino de su aldea al que Don Quijote toma por marqués, le socorre y lo lleva de regreso a su aldea, donde su ama, su sobrina, el cura y el barbero llevan a cabo el escrutinio y destrucción de la biblioteca que ha originado su locura. Una vez repuesto, Don Quijote decide salir de nuevo en busca de aventuras, pero esta vez acompañado de un escudero que le sirva y le atienda. Convence a un campesino de su aldea llamado Sancho Panza, y ambos parten si que nadie se entere. Mientras que Don Quijote desfigura la realidad idealizándola, Sancho intenta disuadirle de su error, y cuando se impone la verdad, el hidalgo manchego se cree víctima de un portentoso engaño fabricado por sus enemigos. En la segunda salida se suceden aventuras en las que por lo general ambos salen malparados: la de los molinos de viento, la de los frailes benitos, la batalla con el vizcaíno y la historia de los yangüeses.

2. El prólogo. Finalidad de la obra.

Cervantes escribió esta novela mientras permanecía en la cárcel, acusado de quedarse con la recaudación de impuestos. Pero no parece que se valga de este hecho para captar la benevolencia del lector ante sus posibles defectos, pues ni siquiera lo comenta. Así que creemos que simplemente lo empieza a escribir allí porque es donde su talento creador le apareció, o por que tenía tiempo suficiente para dedicarse a ello.

Cervantes se ríe de los autores que publicaban sus libros precedidos de elogios pues para él no hace falta ponerle reclamos a un libro para atraer a la gente, si no que se lo importante es el contenido.

En la finalidad de la obra no podemos pensar solo en una crítica a la novela de caballerías, aunque esté claro que es lo que más espantaba a nuestro escritor. Pero no sólo aparece esta crítica sino un espíritu liberador, humorístico, que nos muestra como era la gente de la época.

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