El criollismo en Horacio Quiroga: La Miel Salvaje

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Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Facultad de Filosofía y Letras

Ma. Estefanía Serrano Espinoza

Licenciatura en Lingüística y Literatura Hispánica

Sec. 003

El Criollismo y vida personal de Horacio Quiroga en el cuento “La Miel Salvaje”

Ensayo

Teoría del Lenguaje Literario

Prof. Marco Antonio Cerdio Roussel

A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, surge el llamado criollismo. Se puede definir al criollismo como el movimiento artístico –y no meramente literario- que buscan una identidad nacionalista que caracterice las obras propias. Este movimiento apareció en Latinoamérica casi simultáneamente, como una búsqueda de lo autóctono, y aquello que identificara a la determinada región –donde se realice la obra, o bien que también identificara al autor de la misma-. Su objetivo es representar a los sectores excluidos y populares de cada nación y rescatar las tradiciones y costumbres, en pocas palabras: nacionalizar el arte.

Horacio Quiroga – escritor uruguayo nacido en 1878-  escribe “Cuentos de amor, de locura y de muerte” cautivado por este movimiento y el uso de la cultura local, de donde se desprende “La Miel Silvestre”, uno de los más característicos de esta antología.

Quiroga maneja el lenguaje de la narrativa como algo meramente expresivo y no decorativo; un lenguaje que pretende ser coloquial sin caer  lo costumbrista como el lenguaje popular, o punto esencial en los criollistas literarios de la época. Crea un ambiente situado en lugares ya recorridos por sí mismos. Usa los diálogos  de manera fiel a los hablantes de la región, dándoles una psicología real que le da peso y realismo a la trama. “En ocasiones, presentaciones exageradas o idealizaciones irreales” (Sosa, 2009, artículo recuperado de: http://alumnossogempue.foroactivo.com/t69-el-criollismo-en-horacio-quiroga),  pero con él (Quiroga), sucede todo lo contrario.

En el presente trabajo se pretende desentrañar el lenguaje literario y los ambientes empleados por Quiroga para demostrar sus grandes influencias del Criollismo, y a la vez, sus grandes aportaciones a este movimiento artístico en el aspecto literario.

Las características comunes que Quiroga presenta en sus cuentos son: dos tipos de protagonistas: el hombre y la naturaleza. Presenta un hombre en constante lucha con la naturaleza, donde se convierte en el agresor y la naturaleza se retrata como una defensora ante tales acciones. “El misterio sorpresivo de la selva, la tragedia familiar, o cuentos estados de alucinación vividos por el hombre.” Es la temática general en los cuentos, con mayor presencia en “Cuentos de amor, de locura y de muerte”.

Horacio Quiroga nace en Salto, Uruguay, donde pasa toda su infancia y parte de su adolescencia, y, donde textualmente en el cuento “La Miel Salvaje”  menciona -con un narrador en primer persona- a dos primos que vivían en la parte oriental, de manera  tan cercana que le agrega ese realismo tan pesado que sólo se podría con este tipo de narrador, como si fuera la anécdota de un amigo cercano; “Tengo en Salto oriental dos primos, hoy hombres ya…” El  bosque, como vemos, tuvo una relación directa con la vida del autor que vivió un período importante cerca de Salto. “El saber sobre un territorio, saber por experiencia, de una zona de frontera a la que sus lectores de la ciudad no tenían acceso, fue en su tiempo una marca de estilo del propio Quiroga”.

En “La Miel Silvestre” se relata la excursión de un contador hacia un bosque en vísperas de su boda. Un bosque “dominguero” lo definiría Quiroga, que es una palabra típica de Salto para referirse a algún lugar como algo más amigable y familiar. El bosque “tenía su libertad como fuente de dicha y encanto”; en las descripciones frecuentes del bosque, se nota un claro punto del criollismo: No imita lo español como los costumbristas, no imita lo francés o lo de otras culturas “exóticas” como los modernistas. Sino que trata de crear un estilo propio a culturizado a su patria original, en ese caso generalizando más el idioma –como “venenoso” u “tronco hueco”, etc.-, reduciendo, de nuevo, lo decorativo, y centrándose en lo descriptivo.

El bosque “salvaje” en el que sucede la mayoría de los acontecimientos refleja la propia experiencia de Horacio como antiguo cazador. Las edificaciones en proceso de construcción en medio del bosque, podrían asemejarse a la propia experiencia de Quiroga al mantener su matrimonio con una de sus alumnas de la época, a base de caza en medio de la salvaje naturaleza, por ende la construcción de un refugio que podría asemejarse a tales edificaciones que son propiedad de uno de los primos (también protagonista) del cuento. Todo esto dentro del ambiente del cuento.

Gabriel Benincasa, el joven contador que se lanza a la aventura de la selva, primero se arma con un rifle para la cacería y pronto un machete; si bien no son armas exclusivas para la cacería en terrenos de naturaleza salvaje, la hábil decisión de intercambiar las armas sólo podría ser fruto del ideal de supervivencia de alguien que ya haya tenido tal experiencia; Quiroga siendo tan cercano a la cacería, es quien mejor puede contar esta experiencia a través del aspecto de una trama del cuento.

Después, encuentra un panal de abejas que despierta su curiosidad; aquí Quiroga reafirma la generalidad característica de él, al describir sin mucho engaño al panal, cargando de un criollismo más “neutro” al cuento. Descubre algunas bolsitas de cera y miel, las abre y deja que éstas caigan hasta su boca que se coloca bajo el panal, descubre un sabor diferente; pero no hace mucho caso hasta que sus extremidades empiezan a entumirse y cae adormilado -a causa de no poder mantener el equilibrio- para ser devorado por hormigas carnívoras llamadas “corrección”. 

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