FEDÓN, análisis del libro

FEDÓN

En el libro Fedón de Platón, expone que la purificación del alma es la muerte donde según yo creo la purificación se hace en el purgatorio después de morir. Si bien es esa época no existía la idea de ese lugar ni existía al no haber llegado cristo al mundo aún, el hecho de que se purifique con el hecho de separarse del cuerpo me parece atinada.

Yo igual soy de la idea de que al cumplir con los placeres del cuerpo es un distractor de la esencia de la vida. Vida solo hay una y hay que disfrutarla pero no por eso voy a caer en libertinaje exponiendo a otros a peligros o siendo irrespetuoso e irresponsable de mis actos. Cuando fallo o daño a alguien debo de reparar el daño de ser posible.

Sócrates cuando dice que nos debemos de preparar para nuestra muerte y al saber que morirá, se encuentra tranquillo y en paz, pues desde que existe el hombre ha buscado la misma cosa, la verdad, y él sabe que ahora sabrá cuál es. Para ello debemos desprendernos del cuerpo que solo nos distrae de encontrar la esencia de la vida, pero hoy en día existen millones de factores que contribuyen a que los placeres sean aún más. Como la tecnología que si bien es una herramienta muy útil para nuestra propia evolución, es también la que nos distrae de vivir plenamente. Está bien ver la tele un rato para distraerse pero hay personas quienes abusan. No es necesario hablar de otros, pues yo cuando iba en la secundaria me la pasaba jugando video juegos, solo hacia mi tarea al llegar a mi casa para prender la tele y jugar.

En mi último año de preparatoria algo sucedió en mí que me di cuenta que debía ser más independiente a mis papás, por lo que en vez de jugar las mismas horas empecé a ponerme metas que me ayudarán a ello y eso fue un cambio radical en mi vida, el haberme desprendido de un distractor y enfocarme tanto en mi escuela como en generar mi propio dinero.

Me sorprende al igual a que a los amigos de Sócrates, que tome Sócrates su muerte de manera muy tranquila, aunque Fedón tenía un choque de emociones entre dolor y placer. Cosa que he llegado a ver cuándo algún familiar de algún conocido fallece por enfermo. La gente está con el dolor de una pérdida pero tranquila al ver que su ser querido ya no sufrirá más. En este caso el placer de Fedón nace por verlo tranquilo al morir y eso lo calma, misma situación que ocurre en el ejemplo anterior.

Al igual que la mayoría de las personas tengo miedo de morir, pero no por el hecho de ya no estar más en este mundo, sino porque sé que estoy muy joven y aun me falta mucho por vivir y si muero jamás sabré de lo que me perdí por ver, disfrutar o vivir. Este punto lo platea Sócrates al ser cuestionado de porque estaba tranquilo al saber que moriría. Entonces entendí que por lo menos yo debo de disfrutar al máximo cada etapa y experiencia de mi vida, dando lo mejor de mí para que mañana no tenga remordimiento por no haber hecho algo, claro sin perjudicar a un tercero.

Nunca he tenido la idea del suicidio pero de pequeño me llegue a preguntar, “si lo que queremos es ir al cielo y para ello debemos morir, ¿por qué la gente no se suicidaba?” y también “¿Por qué Dios se enojaría por hacer esto sino estamos dañando a alguien o matando a otra persona?”. Esté libro cambio mi punto de vista y aclaró mi duda, pues estaríamos violando el plan de Dios para nosotros en la Tierra.

Jamás había escuchado que la templanza se podía convertir en un vicio o un distractor, tal como se expone. Sócrates dice que la templanza puede ser ridícula cuando “se renuncia a un placer por temor a verse privado de otros placeres” es decir “somos templados por nuestra intemperancia”.

En conclusión, el libro dejó con la reflexión de que debemos vivir buscando nuestra esencia y la esencia de las cosas, sin distraernos con la percepción de nuestros sentidos. Haciendo esto nos preparamos para una purificación que solo Dios es el encargado cuando morimos. Lo que se mie hizo más interesante fue que se expusiera el tema de la reencarnación según como hayamos vivido, reencarnando en un animal tranquilo o incluso en otra persona o simplemente en un animal que siempre está en peligro. Hay que vivir al máximo sin dañar o sin perjudicar a los demás disfrutando cada instante de la vida.

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