ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Fabulas De Iriarte

rayoroky31 de Julio de 2014

445 Palabras (2 Páginas)409 Visitas

Página 1 de 2

El oso, la mona y el cerdo

Un oso, con que la vida

ganaba un piamontés,

la no muy bien aprendida

danza, ensayaba en dos pies.

Queriendo hacer de persona, 5

dijo a una mona: «¿Qué tal?»

Era perita la mona,

y respondiole: «Muy mal.»

Yo creo, replicó el oso,

que me haces poco favor. 10

¡Pues qué! ¿Mi aire no es garboso?

¿No hago el paso con primor?

Estaba el cerdo presente,

y dijo: «¡Bravo! ¡Bien va!

Bailarín más excelente 15

no se ha visto ni verá.»

Echó el oso, al oír esto,

sus cuentas allá entre sí,

y con ademán modesto

hubo de exclamar así: 20

«Cuando me desaprobaba

la mona, llegué a dudar:

mas ya que el cerdo me alaba,

muy mal debo de bailar.»

Guarde para su regalo 25

esta sentencia un autor:

si el sabio no aprueba, malo;

si el necio aplaude, peor.

Nunca una obra se acredita tanto de mala, como cuando la aplauden

los necios.

El gusano de seda y la araña

la carcajada soltó,

haciendo del loro mofa. 30

Él respondió solamente,

como por tacha afrentosa:

Vos no sois una PURISTA(1);

y ella dijo: A mucha honra.

¡Vaya, que los loros son 35

lo mismo que las personas!

Los que corrompen su idioma no tienen otro desquite que llamar

puristas a los que le hablan con propiedad, como si el serlo fuera

tacha.

Trabajando un gusano su capullo,

la araña, que tejía a toda prisa,

de esta suerte le habló con falsa risa,

muy propia de su orgullo:

«¿Qué dice de mi tela el seor gusano? 5

Esta mañana la empecé temprano,

y ya estará acabada al mediodía.

¡Mire qué sutil es, mire qué bella!...»

El gusano con sorna respondía:

«Usted tiene razón; así sale ella.» 10

El mono y el titiritero

Se ha de considerar la calidad de la obra y no el tiempo que se ha tardado en hacerla.

El Burro Flautista

Esta fabulilla,

salga bien o mal,

me ha ocurrido ahora

por casualidad.

Cerca de unos prados 5

que hay en mi lugar,

pasaba un borrico

por casualidad.

Una flauta en ellos

halló, que un zagal 10

se dejó olvidada

por casualidad.

Acercose a olerla

el dicho animal;

y dio un resoplido 15

por casualidad.

En la flauta el aire

se hubo de colar,

y sonó la flauta

por casualidad. 20

¡Oh! dijo el borrico:

¡Qué bien sé tocar!

¿Y dirán que es mala

la música asnal?

Sin reglas del arte

borriquitos hay,

que una vez aciertan

por casualidad.

Sin reglas del arte, el que en algo acierta es por casualidad

Los dos conejos

Por entre unas matas

seguido de perros

(no diré corría)

volaba un conejo.

De su madriguera 5

salió un compañero,

y le dijo: «Tente,

amigo, ¿qué es esto?»

«¿Qué ha de ser? responde.

Sin aliento llego... 10

Dos pícaros galgos

me vienen siguiendo.»

«Sí, replica el otro,

por allí los veo...

Pero no son galgos.» 15

«Pues ¿qué son?» -«¡Podencos!»

«¡Qué! ¿Podencos dices?»

«Sí, como mi abuelo.»

«Galgos y muy galgos:

bien visto lo tengo.» 20

«Son Podencos: vaya,

que no entiendes de eso.»

«Son galgos, te digo.»

«Digo que podencos.»

En esta disputa 25

llegando los perros,

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (3 Kb)
Leer 1 página más »
Disponible sólo en Clubensayos.com