Felipe montero

Felipe montero es un historiador que vivió en Francia por lo cual tiene un gran dominio con el idioma francés.

Un día lee un artículo en el periódico donde decía que se solicitaban los servicios de un historiador joven, ordenado, escrupuloso, conocedor de la lengua francesa, capaz de desempeñar labores de secretario. Pensó en el. Siguió leyendo, 3000 pesos mensuales, comida recamara. Estaba muy interesado. Así que observo la dirección para después dirigirse al lugar de su nuevo trabajo.

Al siguiente día el sueldo había aumentado así que camino por las calles buscando el número de la casa. Cuando la encontró, empujo la puerta y una voz le dijo que pasara. Era la voz de la Señora Consuelo.

Felipe le explico que había leído el anuncio y estaba interesado. La señora lo acepto y le conto que el trabajo consistía en terminar de plasmar las memorias de su fallecido esposo antes de que ella muriera, pues le faltaban pocos días de vida, la mujer le contaría todo, para que el historiador lo plasmara y fuese publicado.

La mujer llama a su sobrina Aura para que dirija al nuevo empleado a su habitación. Era muy bella, quedo encantado con sus ojos y su cuerpo.

Felipe pregunto que era lo que pasaría con sus cosas y Aura le contesto que no se preocupara pues el mayordomo ya se estaba encargando de eso.

Estando ya instalado comienzo a relatar los sucesos del General Llorente.

Llego la noche y Aura llamo a todos a cenar.

Curiosamente la Anciana no se presento, pero no se le dio mucha importancia.

A la mañana siguiente, Felipe despierta y es llamado para su desayuno. Extrañamente mientras se dirigía al comedor, observo a la Señora y a su sobrina, actuaban de la misma manera, pero eso solo hacía que él se enamorara mas de Aura. La mujer mayor se retiro. El joven termina su desayuno y Aura le pide verlo más tarde. Acepto, y se retira para seguir con su trabajo hasta tarde.

Felipe pensaba que con el dinero que ganara del trabajo podría publicar su libro sobre América.

Las horas pasaban rápido pues ya había llegado la hora de la cena.

Al día siguiente, había llegado la hora de ver a Aura, estaba tan fascinado con ella, y estando con ella no resistió a hacerle el amor. Regresa a su habitación y duerme.

Cuando despierta, se dirige efusivo a ver a la chica de la noche anterior. La encontró, pero le causo horror pues estaba despellejando a lo que sería su almuerzo.

Corrió con la Señora Consuelo y al verla actuar de la misma manera desde la comodidad de su habitación, le provoco una gran confusión y prefirió regresar a su habitación para dormir toda la tarde. Al despertar, se dirigió sin pensarlo a la habitación de Aura, no podía dejar de pensarla. Esta vez se miraba mayor, pero no le importo y una vez más hicieron el amor.

Mientras cenaban la anciana hablo desenfrenadamente, conto diferentes historias.

Felipe pensó en que posiblemente la razón por la que su sobrina seguía en la casa, era porque era obligada a estarlo.

Cuando se miraron él le comento que si quería irse de la casa y ella respondió jurándole amor eterno.

Había llegado el día de irse juntos, pues la viuda había salió a dar un paseo, pero antes de irse Aura debía mostrarle algo muy importante. Se quedaron de ver en la habitación de la anciana. Ella saco un cofre con fotos y se las mostró. Le conto como había estado frustrada por no poder tener hijos y obsesionada con ser joven para siempre. Las imágenes estaban fechadas en 1884 y Aura estaba en todas ellas abrazando al coronel. Eran ellos dos en el siglo pasado.

Confundido sale corriendo Felipe de la habitación de la viuda y Aura lo sigue. Entran a otra habitación y se acuestan. Él le hace el amor una vez más, mientras que una luz alumbra a la mujer quien había cambiado por completo, ahora su cabello

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