Historia De La Unión Europea

HISTORIA DE LA UNIÓN EUROPEA

Las raíces históricas de la Unión Europea se remontan a la Segunda Guerra Mundial. Los Europeos estaban decididos a evitar que semejante matanza y destrucción pudiera volver a repetirse. Poco después de la guerra, Europa quedó dividida en Este y Oeste dando comienzo a los cuarenta años de la guerra fría. Las naciones de Europa Occidental crearon el Consejo de Europa en 1949. Constituía un primer paso hacia la cooperación pero esta se ceñía fundamentalmente a temas comerciales y económicos, no obstante sus seis países que inicialmente la integraban apostaban por ir más lejos.

Hoy en día, la Unión Europea, heredera de aquellas Comunidades del Carbón y del Acero, Económica Europea y de Energía Atómica, comprende 27 países y unos 500 millones de personas y se ocupa de una amplia gama de cuestiones que afectan de manera directa a nuestra vida diaria, conformando una de las más importantes organizaciones supranacionales de la Tierra compitiendo con los Estados Unidos, Rusia, China y Japón tanto en sus planos económicos como jurídicos, contando, además con una proyección que en un futuro integrará a más de treinta Estados e incluso entre los europeístas más optimistas se habla de una futura integración de todos y cada uno de los Estados que comprende el territorio que conocemos como Europa, incluida la propia Rusia.

Esto es sobre el papel pero si vemos la cruda realidad, ¿realmente podemos hablar de la Europa de los 27 o más bien nos encontraríamos ante 27 Europas? Yo soy partidario de este segundo caso, y es que Europa es un continente con muchas tradiciones y lenguas diferentes tan arraigadas en las personas que prevalecen por encima de otros valores que se comparten como son la democracia, la libertad y la justicia social.

Es cierto que Europa ya cuenta con una moneda propia, el Euro, además de vivir en un clima de libertades que supera con creces al existente en cualquier otro lugar del mundo, pero con lo que aun no cuenta es con un sentimiento de unidad unánime en todos sus ciudadanos, y esto lo considero yo como el principal obstáculo para celebrar el éxito rotundo de la Unión Europea. Por ello salvar esta dificultad deberá ser el objetivo primordial, antes que tratar de aumentar el número de países integrantes.

Pertenecer a la Unión Europea trae consigo numerosas ventajas como son las cuantiosas ayudas económicas, la libertad de mercado o la mejor imagen internacional, es por eso

por lo que muchos países con un menor desarrollo quieren unirse al carro de la UE pero motivados por pretensiones de riqueza y exentos de sentimientos de unidad, es el caso por ejemplo de la aspirante Turquía. Y es ahí donde los demás países miembros deben interceder para evitar que se acentúe la ya Europa de dos velocidades que en lo único que desemboca es en problemas sociales.

Existen personas que abogan por una Europa similar a los Estados Unidos de América pero es un error tomar esa referencia con los antecedentes de nuestro continente y por eso es más necesario aun que todos y cada uno de los ciudadanos europeos trabajen conjuntamente en aras de una Europa unida.

Pese a que ya existen medidas que favorecen esta integración, como es el periodo de adaptación de siete años que deben pasar los aspirantes a formar parte de la UE, es en este campo donde se deben concentrar todas las fuerzas para que así con perseverancia y con ayuda del paso del tiempo se consiga alcanzar la meta de un sentimiento unánime que llevará al éxito de la comunidad que constituye la UE. Y es en los momentos difíciles, como en la actualidad, en los que aflora la cooperación y por eso pienso que es el momento idóneo para enfrentar el problema, aunque muchas veces seamos testigos de que prevalecen los intereses nacionales, como está ocurriendo con Gran Bretaña, por eso hay que ser consciente de que todavía

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