Historias de la Luna

Mira al cielo observa todas las estrellas, a veces hay pocas y a veces muchas… Depende de qué tan nublado esté y de sus posiciones, cuando hay muchas uno se emociona y no se decide por ver una sola, sino todas, porque todas hacen el paisaje que nos gusta… Cuando hay pocas siempre te concentras en las más brillantes, pero no dejas de verlas todas al mismo tiempo, pero NO importa cuantas estrellas hayan en el cielo, un paisaje nunca va a estar completo sin la luna, pueden haber muchas o pocas estrellas, pero no importará si está la luna, pues ella siempre llamará tu atención más cualquier otra estrella, aún cuando las estrellas son más grandes y tienen mayor edad, por lo contrario de la luna quien puede ser pequeña y sin luz propia, pero la tierra necesita más de ella. La luna puede controlar mareas y ninguna otra estrella puede hacerlo. A veces miramos las estrellas cuando no hay luna porque no nos queda mas remedio, pero cuando esta aparece, opaca cualquier estrella lejana, cuando ves una estrella te preguntas como será per cuando ves la luna… sólo deseas llegar a ella.

Cuando la tierra no existía, el sol y la luna se juntaron y se apasionaron tanto que se enamoraron perdidamente el uno del otro. Cuando Dios creó al mundo, este necesitaba luz porque no tenía propia. Decidió que el Sol la iluminara de día y la luna de noche, y fueron obligados a vivir separados y los invadió un gran desconsuelo cuando se dieron cuenta que no iban a volver a unirse jamás, pues serían el opuesto del otro...La luna se llenó de tanta tristeza que se opacó, así que el Sol le dio el reflejo de su luz para iluminar la tierra. La luna también encantaba a los enamorados, iluminaba la noche e iba a ser la protagonista de muchas poesías. Sin embargo el Sol iba a dar calor e iluminar potentemente. La luna es cambiante, tiene facetas, tiene luz y al mismo tiempo oscuridad. Por su parte el sol sería fuerte e imponente, pero siempre extrañaría a su amor. Era imposible que volvieran a unirse...porque eso sería antinatural. Pero...Dios decidió que en la vida, ningún amor sería imposible...ni siquiera para los astros, menos para las personas. El amor puede lograr cualquier cosa. Se dice que Dios les dio una oportunidad de encontrarse y amarse, una posibilidad de verse. En el que el Sol y la Luna se reclinaran el uno con el otro y se amaran por unos minutos, aquel suceso llamado eclipse duraría poco y tardaría en suceder por lo cual los amantes: La Luna y el Sol pasan todo el año esperando ese momento para unirse y amarse, mostrarse cuanto se han extrañado y necesitado...

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