Informe del libro Confesiones de San Agustín

San Agustín, pensador, escritor, difusor de la fe cristiana, nació en Argelia y murió en Italia. Estaba convencido de que los hombres podían modificar su vida mediante la voluntad, el pensamiento y las acciones correctas.

Sus posturas tienen la riqueza de un muy fino estilo literario y de un método de argumentación respaldado en el conocimiento personal de las ideas que refutaba. Las CONFESIONES, libro autobiográfico, tuvieron un carácter innovador para la época, porque alcanzaron el propósito de revelar cómo logró cambiar su vida - plagada de errores - al convertirse al cristianismo.

Esta selección de textos organiza temáticamente sus mejores reflexiones.

San Agustín fue uno de los primeros pensadores occidentales que supo usar la palabra, ya sea oral o escrita, para comunicar su sabiduría y pensamientos. Sin duda, fue un escritor refinado, un innovador en cuanto al estilo narrativo y por la contundencia de sus ideas.

Sus obras fueron escritas a fines del siglo IV, y ningún pensador de esa época se podía comparar con la capacidad intelectual de San Agustín. Los libros son posteriores a su conversión al cristianismo. Sin embargo, antes de bautizarse, ya había escrito varios trabajos que nunca se difundieron.

Podemos concluir, que este gran hombre, de una genialidad extraordinaria, nos da ejemplo de cómo Dios usa a todos los que Él quiere para su plan perfecto. Nosotros los hombres somos los que andamos extraviados, no queriendo escuchar el llamado de Dios para nuestras vidas.

Pero que llegado el momento en el tirmpo de Dios, al fin llegamos a sus caminos, y es cuando Él nos hace el llamado eficaz y nosotros respondemos, pero que al fin Dios hace la obra de rescatarnos y librarnos del camino equivocado que hasta ese momento hemos llevado.

Lo precioso de esta enseñanza es: que una vez llegamos a Sus caminos, el nos empieza a preparar y nos pone a trabajar en la obra que había preparado de antemano (para que anduvieramos en ellas), desde antes de la fundación del mundo.

El caso de San Agustín de Hipona es digno de estudiar, lo dificil que fue para el comprender este llamado, pero que una vez llegó a sus caminos se convirtió en instrumento muy usado por Dios.

Su obra es tan extensa, que no cabe duda, que Dios sí estaba interesado para en él, para la obra que tendría que desarrollar para beneficio de la humanidad.

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