Juguete de Madera Máximo Vega

Después de haber leído el libro de Máximo Vega, puedo afirmar que el autor tiene una narrativa fascinante y muy cuidada. Vega combina muchos factores que hacen de este pequeño libro un producto literario fascinante. Una historia convencional, como es la huida de una niña de casa en busca del sueño liberador de llegar a la ciudad pero contada con un alto grado de detalle y un manejo del espacio y los ambientes excepcional.

El autor a través de su literatura conduce al lector a introducirse en la historia y empezar un viaje en un universo que parece casi real, gracias a su excelente uso de los personajes y los espacios. En el transcurso de la narrativa el lector se cuestiona sobre la realidad de la vida.

Juguete de Madera tiene como personajes principales a Beatriz, una niña melancólica, que sufre la angustia de su madre y sobre todo los enfrentamientos de sus padres, que abandona su hogar ubicado en un pequeño pueblo para buscar nuevos horizontes en la ciudad. Beatriz y su pequeña maleta viven innumerables experiencias para lograr llegar a la ciudad idealizada donde la vida es mejor. Beatriz conoce a un vendedor de juguetes de madera, Aquiles, quien en un principio parece ayudarla pero el objetivo principal de este personaje es emboscar a la ingenua niña y aprovecharse de ella.

Sin lugar a dudas, es una historia simple pero cargada de credibilidad, llena de nostalgia donde Vega aborda escenarios que ocurren en la sociedad dominicana desde una perspectiva diferente mostrándonos sin tapujos la realidad de la vida, las dificultades que muchos dominicanos enfrentan para salir del ambiente rural, que para muchos representa un sueño. La narrativa pone de manifiesto el sufrimiento de las personas débiles o menos afortunadas, que tienen que batallar por sus deseos sin lograr llegar al punto alcanzado, tal y como le sucedió a la protagonista. Engañada y aprovechada por aquel vivaz vendedor.

Me sorprende bastante la capacidad de dibujar emociones y sensaciones del autor. Cada paisaje, olor, sentimiento por bueno o malo que fuera, era expresado con una limpieza profunda. El ensayista y narrador, Máximo Vega, cuida bastante la gramática deja evidente su enorme capacidad creativa.

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