LA CICLISTA DE SOLUCIONES IMAGINARIAS

TORRES GUERRERO ARHELI ARIZBETH

DRA. MARIA LUISA TREJO

Grupo: 502 EXAMEN DIAGNOSTICO

LA CICLISTA DE SOLUCIONES IMAGINARIAS

AUTOR: EDGAR BORGES

Esta historia parece suceder en varios momentos de la vida del señor Silva, en España y en la Ciudad de México, al parecer este señor esta desempleado lo despiden porque comente faltas graves referentes. Otro tema que surge es el de su esposa que parece ser maestra, bueno su matrimonio no era el mejor del mundo por lo que se podía observar como la mujer no lo soportaba mucho, siempre trataba de retarlo, de hacerlo enojar; Pero un día  el  descubre que su esposa perdió la mirada esa mirada de niño en la que se nota la pesadez de las experiencias de la vida, una mirada que según el se vuelve pesada.

De pronto llega una persona “la ciclista de las soluciones imaginarias” ella llama su atención de forma tan rara el la ve como si el andar en bicicleta fuera algo mágico, como si ella le hablara en otro idioma, la bicicleta seria el movimiento que alteraría a su persona y le da otra visión a su vida, por eso el Señor silva observa la bicicleta y le inventa nombres a los movimientos que ella hace en la bicicleta y esto abre su mente a nuevas posibilidades.

Este señor se ve despertado por el cuerpo de esa joven con su vestido veraniego, sus largas piernas, sus sandalias romanas, la mochila en la espalda, sus jóvenes pechos marcándose, la eterna sonrisa, la bailarina en el aire, las fotos que hace, la reina de las acróbatas, el señor corre tras ella como si corriera tras sus sueños y sus ideales, llega un momento en que las pierde de vista pero sabe que la encontrara algo nuevo, era su objetivo, siente que ella es su salvación. Según el señor silva existen dos clases de personas: las que cargan piedras en camiones en el eterno esfuerzo de caer en callejuelas y las que trabajan en el ayuntamiento y tienen derecho de disfrutar dos días de descanso a la semana.

En este libro el señor se ve desafiado para dar un gran salto de esfuerzo y un salto de fe y para hacerlo había que dudar de todo. El señor silva debía cuestionar la realidad de su matrimonio y la existencia de sus tres hijos, cuyo bienestar delas fuerzas del ayuntamiento siempre caían cuando sentía que se dejaba por el lado oscuro de la ciclista.

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