La Lampara Maravillosa

medios, que son los que imponen las modas, las conductas, y que nos crean unamentalidad muchas veces poco critica y razonable para ser capaz de rechazar muchas de las tendencias que se nos imponen. Ahora el custionamiento esta en que si realmente nuestro sistema escolar nosestá entregando ciudadanos ejemplares, o profesionales contentos, responsablesy exitosos por que realmente les fascina su carrera, y que se desempañaran conentusiasmo y deseos en las labores que se desempeñan y que además nuncadejaran de actualizarsen, y que siempre están buscando la mejora continua. Opersonas que se hunden en la pesadumbre física y en la neurosis, como lomenciona el autor.No concluiré este ensayo sin mencionar lo siguiente: “La creencia de que elconocimiento no es algo que se crea sino que se recibe, hace que olvidemosinterrogar el mundo a partir de lo que somos, y fundar nuestras expectativas ennuestras propias necesidades”, he aquí en esta frase de William Ospina, dondehace referencia a que lo importante es que nos creemos como seres totalmenterazonables y críticos para que indaguemos constantemente sobre lo que pasa anuestro alrededor y que siempre estemos dudando y cuestionando incluso de loque sabemos.Si la educación es una transmisión de conocimientos que van de generación engeneración, según William Ospina también habrá que entenderla como búsqueday transformación del mundo en que vivimos. En el aquí y el ahora tenemos unsistema educativo que se ha formado de acuerdo a la experiencia y a la historia dela humanidad, grandes filósofos, pedagogos, psicólogos, médicos, ingenieros,entre otros, han aportado a ésta memoria colectiva tan inmensa y tan pequeña a lavez, los seres humanos, de generaciones futuras, la irán cambiando también, puessus necesidades irán cambiando, y como lo profetizó el autor, cuestionaran susistema educativo.

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