La casi triste historia de Villa Alegre, autor Saul Schkolnik

La casi triste historia de Villa Alegre, autor Saul Schkolnik .

Villa Alegre, como dice el nombre, era un pueblo muy feliz, los adultos trabajaban a gusto y los niños estudiaban y jugaban dichosos. Un dia Juan Juanes encontró una pepita de oro en el riachuelo de la villa, asustado miro a todos lados para asegurarse que nadie lo vio, corrió hasta su casa y se lo mostró a su esposa, ambos acordaron vender la y comprar ropa nueva; a la semana siguiente se pasearon con sus cuatro hijas por Villa Alegre los vecinos miraba deslumbrados sus finísimas prendas. Juan Juanes todos los días iba a buscar pepitas y esta vez encontró dos pepitas más, pero lo vio Marian Marianes, quien corriendo fue a contar la nueva buena a su marido, mas tarde se encontraban buscando oro en el riachuelo, al igual que su vecino encontraron unas pepitas y se fueron a comprar ropa nueva. El pueblo noto esta súbita riqueza, y pronto todos se enteraron de que había oro en el riachuelo, pero Joaquin Joaquines fue mas ambicioso y llevo a su esposa e hijos a trabajar, pronto inventaron maquinas para poder ser más rápidos y encontrar más oro. Desde entonces todos los días en Villa Alegre trabajan buscando oro, niños y adultos, ya nadie tenía tiempo de fabricaba cacharros, confeccionaba ropa, cultivar la tierra o muebles o…. Los niños de tan cansados no querían jugar ni estudiar, ya nadie era feliz. La triste historia debería acabar ahí, pero 2 niños Sergei y Demian, hijos de Manuel Manuales y Alicia, les preguntaron a sus padres - ¿porque nosotros tenemos que ir a trabajar, y no podemos jugar y estudiar? – Los padres no supieron que responder, más que titubeos, luego los niños pidieron ir a jugar un rato a la pelota, se les otorgo el permiso, todos los niños que trabajaban en el arroyo al ver que estaban jugando soltaron los harneros y fueron corriendo tras la pelota. Manuel Manuales reunió a todos los vecinos y les conto lo que dijeron sus hijos, todos quedaron impactados y avergonzados por su codicia. Desde ese dia Villa Alegre volvió a ser lo que era, los niños volvieron a jugar y a estudiar, todos eran felices otra vez.

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