La complejidad de la sencillez.

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL

“LIBERTADOR”

INSTITUTO PEDAGÓGICO RURAL “EL MÁCARO”

LECTURA COMPLEJA

La complejidad de la sencillez

(Ensayo)

Autora: Giselle Pérez

       Tutor: Frank Osío

San Juan de los Morros, octubre  de 2013

La complejidad de la sencillez

Por: Giselle Pérez

“Pero leer bien no consiste en fijar despacio y cuidadosamente la mirada y la lógica sobre un texto, sino sumergir el alma en su interior”

Orhan Pamuk

Leer, algo que hacemos casi sin darnos cuenta; cada día, el hombre se ve, literalmente, bombardeado de informaciones escritas, el nombre del jabón con el que se ducha, la crema dental, el diario, la marca de cada electrodoméstico, el número de su casa, el destino del bus que toma… y pare usted de contar. Pero leer, aún así, es un arte, quien lee en el sentido estricto de la palabra,  tiene la capacidad de descifrar los mensajes que se construyen con los dibujos del alfabeto.

No hay mayor placer, que el de dedicarle unos minutos al día a esta actividad tan placentera y gratificante, la  lectura es un potente narcótico contra el aburrimiento. Un oxigenante para los que se encuentran abrumados por los quehaceres y deberes que la vida conlleva.

Es necesario, por tanto, entender que leer va más allá de la mera decodificación de caracteres y el conocimiento de su significación. La lectura está ligada a un proceso cognitivo y emocional bastante complejo que se distingue por la interpretación.

Puede concebirse a la lectura como un proceso, más que como una mera acción, aún cuando está formado por un conjunto de ellas, que por su carácter constitutivo, se consideran subprocesos de la lectura; en tal sentido,  la lectura se entiende como un proceso neurofisiológico, pues, al momento de leer nuestro cuerpo percibe, mediante el órgano visual, los caracteres plasmados en una superficie, activando, con ello, neurotransmisores de información, que produce una actividad cerebral basada en la percepción, identificación, memorización y decodificación de signos; cuya velocidad, y amplitud dependerá de la práctica lectora y las destrezas adquiridas por el lector.

También, puede entenderse como ser un proceso cognitivo cuya base es la comprensión, análisis e interpretación de los caracteres decodificados, es aquí donde la lectura toma un sentido significativo, en este proceso el lector hace suya la lectura, adquiere información, se apropia del conocimiento que el texto le procura. En este proceso se activan los mecanismos del entendimiento. Las letras y palabras se juntan formando ideas concretas.

Ahora bien, como el ser humano no es una máquina, éste tiende a establecer una relación emocional con su entorno, y eso incluye las actividades que realiza, la lectura provee a los lectores, informaciones con cargas afectivas; cuando el lector se identifica con el texto, o bien establece una relación entre lo leído y sus vivencias, suele generar un vinculo emocional que le permite darle otras connotaciones al texto, un ejemplo de ello son las novelas o la poesía. De igual forma, las sensaciones de placer, tranquilidad o diversión que la lectura pueda generarle, se ven asociadas al factor afectivo.

Por otra parte, la lectura permite generar vínculos sólidos con las comunidades en cuanto a cultura refiere; la lectura encierra en sí, la historia y los argumentos de ésta. Cuando la lectura permite la contrastación de ideas, teorías o situaciones, tiende a tomar un carácter simbólico para la comunidad. Se convierte en bandera de su esencia.

Asimismo, despunta como un proceso constructivista,  en vista de que  constituye un elemento de construcción del ser. Presentándose como una estrategia de aprendizaje autónomo, y entregando el papel activo al lector constructor de su conocimiento, se constituye así, como un proceso metacognitivo.

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