La dimensión desconocida

Reseña y comparativa «La dimensión desconocida1»

La historia se fracciona en cuatro partes dando inicio con la llegada de Andrés Valenzuela a las oficinas de una revista opositora a la dictadura, decidido a confesar sus actos de crimen durante el régimen de Pinochet como torturador encubierto y agente secreto, la autora de este libro, Nona Fernandez, intenta mostrar la realidad que se vivió de 1983 a 1990 en Chile, tantos casos de vida protagonizados por la represión y la tortura sin dejar atrás casos como el de Valenzuela quien muy a pesar de todo conservó su lado humano, con ello muestra que a pesar de las circunstancias, muy seguramente, hubo muchos otros tantos como él, quienes obedecían las órdenes de esa dictadura, pero que no les dejaba dormir, pues como él lo llega a mencionar entre las líneas de esta novela, es un caso en especial el que lo lleva a tomar la decisión de convertirse en traidor, el caso de Quila, pues el remordimiento no le permitía estar en armonía con su familia como tampoco ese peculiar olor a muerto que lo invadía día a día y con el que debía irse a dormir.

La dimensión desconocida muestra en particular la situación que se vivía por esos infantes de la época, los nietos e hijos de esa izquierda en oposición y los de los mismos opresores miembros de la junta en favor de Pinochet y su dictadura, la realidad de esos infantes que a sus ojos no era visible en grado de ser. Lo anterior permite mostrar la situación de vida de tantos en clandestinidad, así como el horroroso y duro momento de dejar su país, su familia y por supuesto su vida para migrar al exilio en otros países, donde la huida de Chile implicaba una dura nueva vida.

Al hablar tantos casos de exilio que se suscitaron en Chile, me permite hacer un contraste entre la obra de Nona Fernández con esta dimensión desconocida y la obra de García Márquez con «La aventura de Miguel Litín, clandestino en Chile2», en la que también podemos ver un poco de la vida de los chilenos en dictadura, la tensión que se vivía y sentía por cada una de las calles de Chile, pasar noche a noche sujetos al toque de queda.

El objetivo, y en gran parte, el deseo de Miguel Litín por mostrar y externar la frustración de los chilenos, y desde luego, el sumo sentir de él mismo al volver a su natal Chile en clandestinidad, así como de vivir todo ese proceso crear si una nueva vida incluso frente a los suyos, no era en vano, pues para el resto del mundo aquellos quienes para ese entonces tenían en la fortuna de no radicar en Chile, la situación podía verse natural, era una realidad que no se mostraba tal como sucedía, así bien, esa dimensión desconocida de la que no se habla Nona Fernández, Miguel Litín intenta llevarla más allá de Chile a través de García Márquez.

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