La supresión de la humanidad para explicar la maldad

La supresión de la humanidad para explicar la maldad

El Conde Drácula, probablemente el vampiro más famoso y aterrador en la historia de los monstruos, aparece en la novela Drácula de Bram Stoker en 1897, sin embargo su nombre no deja de ser conocido por las masas mas de un siglo después. Caracterizado por su falta de humanidad tanto física como psicológica, su crueldad, y necesidad de alimentarse de otros para sobrevivir ha causado terror en la mayoría de sus lectores. Pero es justamente esta lejanía de las normas morales lo que lo mantiene tan presente en nuestra cultura, puesto que es un recordatorio del mal existente en nuestra sociedad, lo que verdaderamente nos aterra, más allá de un personaje fantástico imposible de concebir bajo la lógica de nuestro mundo.

Drácula es un ser que succiona la vida de las personas. Como puede observarse en el capítulo 10, le chupa la sangra a Lucy, lo que la lleva a un profundo decaimiento, si interpretamos esto desde el punto de vista humano, existe según la psicología personas que cuando están cerca nuestro, “roban nuestra energía” tanto física como emocional, logran esto a través de su negatividad, siempre encuentran lo malo, o aún más  directamente, haciéndonos sentir mal mediante burlas y críticas constantes. (http://www.rinconpsicologia.com/2014/11/vampiros-emocionales-como-identificarlos.html ).

Por otro lado Drácula es la aniquilación del súper yo, eliminando toda moral conocida por el hombre, solo sirve a sus propios deseos, lo que se evidencia cuando le entrega un niño de alimento a las vampiresas, yendo en contra de un ser indefenso que nadie se atrevería a dañar, posteriormente mata a su madre, o como se preocupa por que Jonathan tenga una buena estadía por el tiempo que lo necesita, para luego al momento de irse dejarlo abandonado a su suerte con una muerte muy probable; Todas estas, acciones que a una persona normal, su conciencia no le permitiría realizar.

Las personas utilizamos los monstruos para protegernos de la realidad, no queremos asumir la maldad que existe en el mundo, es por esto que cuando ella aparece, se la adjudicamos a un monstruo, ya que este puede ser malvado e inhumano, pero preferimos pensar que nosotros, personas racionales, no. Es un bloqueo de la realidad que nos ayuda a vivir más tranquilos. Un ejemplo de esto es Vlad Tepes, un sanguinario príncipe Rumano a quién se le adjudican miles de horribles muertes, por medio de la incineración, desollamiento y sobre todo el empalamiento. (http://www.biografiasyvidas.com/biografia/v/vlad_tepes.htm). Su crueldad llegó a tal extremo que pasó a la historia para posteriormente inspirar a uno de los monstruos más grandes que ha existido, Drácula.

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