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Las NAGAS


Enviado por   •  24 de Abril de 2013  •  2.472 Palabras (10 Páginas)  •  453 Visitas

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AUDITORIA Y LAS NORMAS DE AUDITORÍA

GENERALMENTE ACEPTADAS

Óscar Falconí

No hay duda de que vivimos una época de cambios y de gran desarrollo del conocimiento que confirma la frase “lo único permanente es el cambio”. Como apunta Peter Druker, “la sociedad futura será una sociedad del conocimiento. Su recurso clave será el conocimiento y los trabajadores del conocimiento serán el grupo dominante de su población activa” (Druker 2002: 227). La profesión contable no es ajena a dichos cambios y al desarrollo del conocimiento. Vemos, pues, algunas tendencias que están afectando al mundo (y por ende a América Latina) y cómo éstas influyen en el mundo de los negocios en general y en la auditoría en particular. En este contexto, la auditoría y las Normas de Auditoría Generalmente Aceptadas (NAGAS) tienen plena vigencia y su actualización es coherente con los cambios que se están dando en la comunidad de los negocios globalizados.

Una auditoría es un examen de información por parte de una tercera persona distinta de aquel que la preparó y del usuario que tiene la intención de establecer su razonabilidad dando a conocer los resultados de su examen a fin de aumentar la utilidad que tal información posee (Slosse 2004: 4). Por su parte, la auditoría financiera se realiza porque genera credibilidad y aceptación de los estados financieros y porque otorga confiabilidad a través de su opinión escrita, formulada en el dictamen. Es normal que este tipo de auditoría la realicen auditores externos independientes. Los resultados de este examen se distribuyen a una amplia gama de usuarios, que puede ir desde accionistas y acreedores hasta el público en general.

La palabra “auditado”, aplicada a los estados financieros, significa que el balance general y los estados de ganancias y pérdidas, patrimonio neto y de flujos de efectivo están acompañados de un informe de auditoría preparado por contadores públicos independientes, que expresan su opinión profesional sobre la razonabilidad de la presentación de los estados financieros de la entidad.

Los estados financieros no auditados pueden haber sido preparados honestamente, pero en forma descuidada. Se pueden pasar obligaciones por alto y emitir el balance general. Puede haberse sobreestimado activos como resultado de errores aritméticos o debido a una falta de conocimiento de los principios de contabilidad generalmente aceptados. Asimismo, la utilidad neta puede haber sido sobreestimada porque los gastos fueron capitalizados o porque las transacciones de venta fueron registradas anticipadamente a las fechas de entrega. De otro lado, existe la posibilidad de que los estados financieros no auditados hayan sido falsificados en forma deliberada, con el fin de esconder hurto o fraude o como un medio de inducir al lector a invertir en el negocio u otorgar un crédito.

Los estados financieros de una empresa son preparados bajo la dirección de su gerencia y no del auditor independiente. Esta información es producto y propiedad de la empresa: el auditor independiente simplemente los examina y expresa su opinión sobre ellos. Esta opinión del auditor independiente se conoce como su función de atestación (Bailey 1998: 1.03).

Los gobiernos, las empresas, los pequeños negocios, las instituciones financieras, los inversionistas y el público en general confían en la independencia y objetividad del auditor independiente. Si los informes del auditor no se preparan apropiadamente, tanto la entidad auditada como quienes emplean los estados financieros pueden tener pérdidas monetarias. La regulación de la profesión contable por parte de los gobiernos correspondientes generalmente tiene que ver con la función de atestación. De este modo, el público en general estaría expuesto a perjuicios de no regularse esta función, ya que, sin el informe emitido por el auditor independiente, los estados financieros de una empresa probablemente no serían muy confiables, pues la empresa estaría reportando sobre sí misma a través de ellos en un proceso viciado por falta de objetividad. Puede verse entonces que el papel del auditor independiente está solidamente establecido en la comunidad de negocios y financiera.

LAS NORMAS DE AUDITORIA GENERALMENTE ACEPTADAS (NAGAS)

Las NAGAS difieren de los procedimientos en que estos se refieren a actos que han de ejecutarse, en tanto que las normas de su ejecución tienen que ver con medidas relativas a la calidad de esos actos y los objetivos que han de alcanzarse mediante el uso de los procedimientos adoptados. Las normas de auditoría, así diferenciadas de los procedimientos de auditoría, se relacionan no solo con la calidad profesional del auditor, sino también con el juicio ejercitado por él en la ejecución de su examen y en la elaboración de su informe . Por otro lado, las NAGAS son lineamientos que señalan los cursos de acción o la manera de seguir los procedimientos. Son los requisitos de calidad relativos a la personalidad del auditor y al trabajo que desempeña, que se deriva de la naturaleza profesional de la actividad que desarrolla. Las Normas de Auditoría rigen la función del auditor. En el Perú dichas Normas son recogidas en el “Manual Internacional de Pronunciamientos de Auditoría y Aseguramiento”, aprobadas por la Junta de Decanos de Colegios de Contadores Públicos del Perú el 31 de diciembre de 2004.

Los socios de la Instituto Americano de Contadores Públicos Certificados (AICPA, por sus siglas en inglés) han aprobado y adoptado diez NAGAS, las cuales deben considerarse como los diez mandamientos que deben regir el trabajo de auditor independiente y que se dividen en tres grupos: Norrmas generales o personales, Normas de ejecución del trabajo y Normas de preparación del Informe.

1. Normas generales o personales

Son los cuidados que debe tener un auditor para realizar su trabajo y que deben mantenerse durante el desarrollo de toda la actividad profesional. Posee tres características:

1.1. Entrenamiento y capacidad profesional. La auditoría debe ser ejecutada por personal que tiene el entrenamiento técnico adecuado y criterio como auditor. No basta con la obtención del título profesional de Contador Público, sino que es necesario tener una capacitación constante mediante seminarios, charlas, conferencias, revistas, manuales, trabajos de investigación, etc. y el entrenamiento “en el campo”.

1.2. Independencia. El auditor debe mantener una actitud mental independiente y una aptitud de imparcialidad de criterio. Los juicios que formula deben basarse

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