Los Ojos De Mi Princesa

Los ojos de mi princesa

La búsqueda de identidad, los cambios de pensamientos y ruptura de paradigmas, el enfrentarnos a un gigantesco y nuevo mundo que entorpece nuestro actuar, son apenas un pequeña muestra del sin numero de características de la etapa adolescente del ser humano, y precisamente a través de este libro se tratan de ubicar, identificar y conocer la gran problemática actual con respecto a nosotros, a todas las presiones a las cuales somos indirectamente sometidos y aquellas presiones personales, sentimentales, sociales, que vemos en nuestro diario vivir y que dependiendo de nuestra manera de manejar todo este entorno podremos determinar sus roles de comportamiento y forjaremos nuestra personalidad.

Actualmente contamos con una cantidad enorme de información, de oportunidades para investigar, indagar, conocer este número de oportunidades actuales, en la persona se presta para que se lleven a cabo actos no sólo inmorales sino de corrupción total del ser humano, con el agravante de que las herramientas brindadas por los tantos medios de comunicación son asequibles a cualquier público y sobre todo a los adolescentes, quienes pasan mayor tiempo frente a una computadora navegando en internet con acceso a millones de millones de páginas con un sin número de información, quienes son bombardeados por pornografía y contenido eróticos en infinidad de lugares de su entorno diario, quienes están en una búsqueda de un carácter, de un modelo, de un ejemplo y que buscan la experimentar, conocer, interpretar y que obviamente por el mismo bombardeo y la misma presión que sienten en sus círculos sociales y por su vulnerable y cambiante personalidad, caen en la mayoría de prácticas que les son ofrecidas.

Si llevamos esto al contexto del libro encontraremos varias diferencias, pues la época en la cual se desenvuelve la historia data del año 1978 donde no había internet, no habían teléfonos celulares, aún existía un poco de respeto por la dignidad humana o por lo menos las prácticas vulnerables o dicha dignidad estaban más veladas. Allí encontramos a José Carlos un estudiante de 15 años de edad quien nos ilustra de una forma correcta la situación de ese entonces con respecto a la expansión de la droga, el alcohol, la pornografía y otros tantos elementos que ya muestran sus primeros pasos para la época.

Si seguimos en el desarrollo de la historia después de haber encontrado a dos niñas mas, de haber podido liberarse, hay otro punto clave y es el momento en el cual el joven tiene un encuentro de comunicación con su madre de los cual podemos sacar dos conclusiones, una buena que es en sí el acto de la comunicación entre ambas personas pues en 1978 todavía se veía comunicación entre padres e hijos y que ayudaba en la conformación de un buen núcleo familiar donde aún se podía vivir un hogar, donde los índices

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