Mancuello Y La Perdiz

Era un zaino requemado: era un traidor requemado.

Cabrilleaba vagamente en la semipenumbra: manchas azules vagamente en la semipenumbra.

Le dio sus espuelas: le dio sus espigas de metal.

El fogoso repique: el entusiasmo repique.

Sofrenado en seco el animal: reprimir en seco al animal.

Se despertaron chillando ensordecedoramente: se despertaron chillando sordamente.

La fea cara viscosa: la fea cara pegajosa.

Molestando a sus semejantes hasta rebasar: molestando a sus semejantes hasta exceder los limites.

Se va a prevalecer porque se le tiene miedo: se va a valerse porque se le tiene miedo.

No se envalentone: no se haga del que tiene coraje.

Sin trotear: sin trotar.

Desató el cabresto de su pingo: desató el cabresto del galopeo en el aire.

Resumen:

Capítulo seis:

Esta presente en la fiesta de una persona desconocida, fue a saludarle a Doña Candelaria y preguntó si podía estar con ellos. Todas las mirada estaban puestas en él, se había vuelto el centro de atención.

Capítulo siete:

Mancuello ingresó a la fiesta, estaba observando la pista, estaba desalineado, luego empezó a armar problemas, hasta llego a romper el arpa de la fiesta.

Capítulo ocho:

José se acercó a Mancuello, y le pidió amablemente que no interrumpa la fiesta. Mancuello se molestó porque nunca nadie le había retado, incluso intento pegarle a José, pero José se supo defender y lo frenó. Las personas en ese momento le agradecieron por lo que José había hecho.

Capítulo nueve:

José dijo a los invitados que se retiren de la fiesta, luego apareció San Gabriel, fue enviado por Dios para castigarle a Mancuello por todo lo que había hecho e inclusive fue para que se acabará la sequía. Luego de varias semanas informaron que encontraron una perdiz rara y creyeron que era Mancuello.

Capítulo diez:

Se aproximo una tormenta, cuando había terminado de contar la historia de Mancuello y la Perdiz, luego era la hora de cenar y el niño estaba bastante silencioso, el niño fue a su cuarto y no podía dormir.

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