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Maria Dilemmas


Enviado por   •  23 de Mayo de 2015  •  3.689 Palabras (15 Páginas)  •  194 Visitas

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CAPITULO 1

María no podía dormir. Se puso ropa y su abrigo y salió. Ella caminaba junto al rio. Era casi de mañana y el sol salía lentamente. Ella tenía una carta de su padre en su mano. No había más dinero para sus estudios. El rio era tranquilo aquí. Ella miró el cielo y a los árboles en el agua. Ella caminaba bajo los árboles y pensó en sus problemas. Lejos en el sur de Europa su padre estaba enfermo y no podía trabajar. Su pie golpeó algo en el suelo. Era un zapato. María miró hacia el agua. El rio se movía muy lento y el sol en el agua era fuerte. María cerró sus ojos. Luego ella miró de nuevo. Había un pie en el zapato. Luego ella miró la cara, la cara de una mujer, bajo el agua. La mujer era muy blanca. Ella vestía un vestido verde y un hermoso collar verde. Ella estaba muerta. María gritó. Ella pidió ayuda. Nadie vino. Ella miró a la mujer. Ella miró el collar. Ella comenzó a sentirse más tranquila. Ese collar era la respuesta a mis problemas pensó María. Puedo venderlo. Puedo pagar mis estudios con el dinero. NO! ¿Qué estoy pensando? No puedo. No puedo tomar cosas de una mujer muerta. María no se movió. Pero nadie va a saber… Ella puso sus manos en el agua. Estaba fría. La mujer muerta estaba fría también. Ella rápidamente tomó el collar y lo puso en su bolso. Nadie la vio. Ella se alejó y la mujer muerta se movió en el agua. ¿Qué estoy haciendo? Pensó ella. Ella empezó a llorar. Ella arrancó del rio. Ella quería estar en su habitación en la universidad de nuevo. Ella no quería ver a nadie. Ella no le quería decir a nadie. Hey, María. ¿Qué pasa? Hey, para… Yuri un amigo de sus clases la detuvo. Él la vio llorando y quería ayudarle. ¿Qué pasa María? Vi a una mujer muerta en el rio dijo María. Me siento… Oh Yuri. Tengo tanto frio. Era muy blanca. Está bien. Todo está bien Yuri fue con María para llamar por teléfono a la policía. Luego fueron a la habitación de Yuri y esperaron. Yuri hizo te. 10 minutos después, vino la policía y le preguntaron a María que había pasado. Ella les dijo y todos fueron al rio. La policía no le preguntó sobre el collar. María fue a su habitación. Ella sacó el collar de su bolso y lo puso entre su ropa limpia. Entonces ahora soy rica. Pensó y ella estaba feliz. Ahora puedo terminar mis estudios. Ella comenzó a escribirle una carta a su padre. Pero después ella pensó. No, no soy rica. No puedo vender el collar. Lo que hice está mal. Ella no estaba feliz. Ella paró de escribir la carta. Ella pensó toda la noche. De nuevo María no podía dormir.

CAPITULO 2:

El día siguiente. María tomó un diario. Y lo llevó a su habitación. Había una foto de la mujer muerta. Ella estaba con su esposo frente a un castillo. Su nombre era Harriet Beechan, era rica y hermosa. María termino de leer. Tomó el collar de su ropa. Era muy hermoso. Debo venderlo pensó. A quien puedo vendérselo? Ella abrió el diario de nuevo. Hay una tienda en Londres donde puedo venderlo? Quizás al final del diario… Ella levantó la vista. Había alguien en la puerta. María dejó el diario en el sofá y puso el collar entremedio de la ropa de nuevo. Ella sintió calor y se sintió enferma. Y abrió la puerta.

CAPITULO 3:

Un alto y oscuro hombre y una pequeña y oscura mujer estaban en la puerta. María Adami? Preguntó el hombre. Si Somos detectives. Dijo la mujer. Yo soy Maggie y este es Bill. Podemos entrar? Si dijo María. Ellos entraron. Bill vio el diario. Eres famosa, dijo él María no podía hablar. Su cara estaba pálida. Siéntate María dijo Maggie. Debo hacerte algunas preguntas. Todos se sentaron. ¿A qué hora encontraste a la señora Beecham? Preguntó ella. Alrededor de la 7.30 de la mañana, respondió María. Viste la ropa que ella tenía puesta? María sabía que decir. Vi un zapato. Solo un zapato. Y un vestido verde. Vi sus brazos blancos y mucho y largo pelo oscuro. Viste un collar, un collar de esmeraldas? No vi nada más. Tenía miedo y arranque. Sí, claro El esposo de Harriet Beecham quiere saber del collar, dijo Bill. El piensa que es importante. Es muy caro. Quizás alguien mató a la señora Beecham porque quería el collar. No lo sé. No lo vi. María se sentía enferma. Ok, María, gracias, dijo Maggie. Se puso de pie. Entonces le podemos decir al señor Beecham que no había ningún collar cuando tú la encontraste. Ella miró a María por un momento. María miró a Maggie. Eso es correcto, dijo ella. Si recuerdas algo más, por favor llámanos. Bill le dio a María el número. Sí, claro dijo ella rápidamente. Adiós, María. Ellos se fueron. María cerró la puerta. Que estoy haciendo? Pensó ella. Tomé un collar de una persona muerta. Le mentí a la policía. Que voy a hacer? Voy a llevar este caro collar a Londres. Voy a encontrar a alguien que lo compre. Voy a poner el dinero en el banco. Voy a terminar mis estudios, Voy a ir a casa con mi familia y tener un buen trabajo. Eso es lo que voy a hacer. No va a ser fácil. Pero voy a hacerlo. Eran las 11. María tenía clases. Ella tomó sus libros y salió. Un hombre salió de un auto y camino atrás de ella.

CAPITULO 4

María escucho a alguien detrás de ella. Ella camino al lado de una ventana grande. En la ventana ella vio a un hombre siguiéndola. Ella paró. El paró y miro el diario. Ella siguió. El empezó a seguirla de nuevo. Ella sentía miedo, pero ella quería reír también. Ella se movía y él se movía. Ella paraba y el paraba. María miró al hombre. Ella dijo, me estas siguiendo? Voy a clases. Quieres venir también? Él estaba muy sorprendido y se rió. Quién eres? Preguntó María Er. Yo… él no le quería decir. María empezó a alejarse. Ella estaba atrasada para ir a clases. El corrió en frente de ella. Soy Barry Lyle. Harriet Beecham es, era la hermana de mi esposa. María sintió frio. Que quería é de ella? Ella lo miró a la cara. Siento mucho lo de Harriet, dijo ella. Ohh. Harriet. Si… Gracias dijo él. Tú conocías a Harriet. No, no la conocía, dijo María Ah.. Que pasó después que la encontraste? Preguntó Barry. La policía la sacó, no miré Ya veo. Ella buscaron su zapato ahí? Donde la encontraste? No lo sé, no me quedé ahí Esta la policía ahora ahí? Podemos ir y mirar? María pensó, No voy a ir nunca más a ese lugar. Su cara estaba pálida y sus ojos estaban duros. Ella lo miro y dijo, lo siento, no puedo, debo ir a mis clases. Lo siento, fue horrible para ti. Quiero ayudar a su esposo. Melvin, ves tú. El está muy triste, ya sabes, no quiere ver a nadie ni dejar la casa. María pensó, será verdad? Pero ella dijo. No puedo ayudar, no recuerdo nada más. La policía me hizo preguntas en la mañana. ¿Por qué no vas y hablas con ellos? Este es un problema de familia,

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