POLITICA

ades y que no sea odiado por sus amigos más queridos y cercanos: cuando esto suceda, su reino estará minado y todo su poder desaparecerá”.

Es también muy conocida la frase de Lord Acton, escribió: “el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente. Los grandes hombres son casi siempre hombres perversos, incluso cuando ejercen influencia y autoridad”.

Hobbes escribió en el siglo XVII las siguientes palabras, ya no sobre los efectos del poder en la conducta del hombre, sino más bien sobre la consideración en el que se le tiene y los afanes que despierta: “de este modo señalo, en primer lugar, como inclinación general de la humanidad entera, un perpetuo e incesante afán de poder, que cesa solamente con la muerte”. La teoría de Federico Nietzsche, cercana ya su desaparición, acerca de que la “esencia del ser es la voluntad del poderío”, de modo que “el goce equivale a todo aumento de poder, y el desplacer a todo sentimiento de no poder resistir, de no poder hacerse el amo”

Este fenómeno que, por un lado, tiene la capacidad de convertir al hombre en un ser extraño así mismo, y, por el otro, es susceptible de provocar todos sus afanes para apoderarse de él, cueste lo que cueste? Sin duda alguna es algo difícil de comprender porque desde hace milenios vienen estudiándolo cerebros muy lucidos, sin que hasta el día de hoy podamos decir que se pisa terreno firme en cuanto su dominio.

Debe señalarse a este que el problema del poder como cuestión general ha atraído el esfuerzo teórico de especialistas en diversas disciplinas, sobre todo la sociología la psicología social, y la antropología política durante los últimos cuarenta años, hasta el extremo de que ahora resulta prácticamente inmanejable la enorme masa de publicaciones, que existen sobre la materia,

Según expresa el teórico español Tomas Ibáñez Gracia, “que uno puede hacerse con los dispositivos que permiten ejercerlo, pero el poder en si no es del orden de las estructuras, materialmente asignables, a unas coordenadas espacio-temporales; el poder es una entidad relacional”. El poder político se ejerce de los instrumentos del Estado, pero tales instrumentos no son el poder político propiamente dicho, pues este resulta como fenómeno social, únicamente cuando se da una relación política entre dos entidades: los gobernantes y los gobernados. Fuera de esta relación no hay, ni puede haber, poder político alguno. Lo anterior se ve de manera muy clara en el caso de Morazán durante el año 1838, cuando la mayor parte de los estados centroamericanos, se retiraron del pacto federal y el presidente se quedó con el aparato, de gobierno si no el menor poder político a causa de haber desaparecido la relación que le daba sustento.

Gorbachov en 1991, cuando, al desintegrarse la unión soviética quedo con su Kremlin como un símbolo de viejas pujanzas, pero ya sin autoridad alguna, lo que lo hizo declarar, extinguida a la URSS.

El poder político necesita tres factores para cumplirse: sujeto del poder, el objeto del poder y el contenido del poder. Si falta alguno de estos factores, la relación política no se da.

Es el considerar que la política y el poder son dos categorías inseparables

Michelangelo Bovero “política y poder forman un binomio inescindible. El poder es la materia, o la substancia fundamental del universo, de entes que llamamos política”.

Aristóteles, no es cualquier forma de poder el que interesa a la politica; es solamente el poder politico, hay una diferencia, de calidad, el poder que tiene, un padre de familia una dirigente sindical, o un ejecutivo de empresa y el poder que ejerce el rey de una monarquía o el presidente de una República.

David Easton, la ciencia politica no está interesada en las relaciones, de poder de una pandilla o de una familia, o de un grupo eclesiástico, simplemente porque dentro de ellos un hombre o un grupo controla, las acciones de otro, sería necesario, desde luego, dedicar tiempo el examen amplio de las situaciones del poder, con el objeto de formular una teoría generalizada de este.

Hobbes afirma que antes de surgir la sociedad políticamente constituida es decir, en la época de la organización tribal, el hombre vivía bajo las condiciones de una guerra de todos contra todos, es necesario por tanto, para lograr la seguridad de los integrantes del grupo humano el establecimiento de un poder común que, por deposito en el de los derechos naturales de cada uno, tuviera la capacidad de gobernarlos a todos.

El pacto por tanto consiste, en dar y recibir simultáneos: se concede a otros el derecho a gobernarse uno mismo y a cambio se recibe un conjunto, de normas que garantizan la convivencia social de manera organizada y eficaz. El poder político puede considerarse como aquel poder que tiene la facultad de emitir normas de cumplimiento obligatorio para la sociedad entera, las que hace cumplir dentro de su más amplio espíritu con el fin de garantizar la marcha exitosa del todo social hacia sus metas internas y externas.

Del otro, lado de los gobernados, quienes se interrelacionan dentro de las términos del mandato y la obediencia, intercambiándose esas funciones según el movimiento permanente de la sociedad o sea que en un determinado momento se puede ser gobernante, pero pasar después a ser gobernado, y viceversa.

B) La legitimidad Del Poder Político

El poder político no depende de los recursos represivos que utilice sino más bien, de la legitimidad que tenga dicho poder, ante los gobernados, el sociólogo Max Weber considera que la legitimidad es consustancial del poder político, de modo que cualquiera que sea la forma de este, siempre se le ejerce procurando darle una determinada legitimidad.

San Agustín quien plantea, en su libro la ciudad de Dios, el problema relacionado con la legitimidad del poder coactivo de un gobierno y el poder coactivo de una banda de ladrones. Para el Obispo de Hipona el elemento de legitimidad del poder politico es la justicia, de modo que si un régimen político determinado no demuestra tenerla como base, entonces carece de la legitimidad, necesaria para mantenerse.

El principio de legitimidad es pues de suma importancia para todo poder político. Dicho principio abarca dos aspectos fundamentales: el origen de ese poder y la forma en que la misma se ejerce. La primera cuestión el origen se refiere al hecho de si ese poder fue constituido conforme a las normas aceptadas como válidas por la sociedad respectiva o si surgió violentando tales normas. El segundo caso la ruptura de las normas podría darse a través de un golpe de estado o de una insurrección triunfante, lo que como es natural, plantea problemas

...