¿Que Les Queda A Los Jovenes?

“QUÉ LES QUEDA A LOS JÓVENES”

Autor: MARIO BENEDETTI

(Paráfrasis)

Por: Karina Enríquez Díaz

En este poema, considero que el autor hace una reflexión, pero sobre todo una crítica esperanzadora sobre el rol que los jóvenes desempeñan en nuestra sociedad. Se plantea cuestionamientos sobre la diversidad de acciones que ocupan la mayor parte del tiempo de los jóvenes, y les da respuesta destacando que la juventud debe recobrar el camino hacia la conciencia colectiva de la humanidad, en donde el hedonismo y el materialismo no son la panacea de la vida; los exhorta a retomar el compromiso y la responsabilidad que tienen consigo mismos y con sus semejantes al ser parte de una sociedad que comparte no sólo una cultura sino una identidad biopsicosocial.

Los exhorta a dar el paso hacia la madurez, a valorar las cosas verdaderamente importantes de la vida como lo son la libertad de pensamiento, palabra y obra, la diversidad cultural y natural en la que se encuentra inmerso y de la estrecha relación que hay entre sus elementos, y de cómo todo esto le forjan su identidad y su personalidad que muchas veces no logra percibir por dejarse deslumbrar por cuestiones superficiales y que le acarrean sensaciones de frustración y ansiedad infundadas, haciéndole sentir que se ahoga en un vaso de agua.

Les pide que recobren la fe, fe en sí mismos y fe en la humanidad, que a pesar de la existencia caótica en la que nos vemos sumergidos, siempre hay una esperanza por la cual vivir, y que esa esperanza debe surgir de él mismo y que él mismo debe alimentar, pero sobre todo, contagiarla a sus semejantes. Abandonar la actitud individualista que por influencia de terceros, sobre todo de aquellos que exaltan la banalidad de las cosas, ha arraigado en su ser. Debe hacer conciencia que la juventud es solo un estadio pasajero y que una vez concluido, no le quedará más que adentrarse a la complejidad de la realidad a la que se rehusaba ver.

Debe desarrollar gran fortaleza que le permita continuar en la batalla, sobre todo en aquellos momentos en los que se enfrente a sus semejantes por discordar en sus formas de pensamiento, pero aún así, debe seguir en pie de lucha para vencer las barreras y perjuicios que la misma humanidad se antepone para hacer tropezar al guerrero o para amancillar al más débil.

En pocas palabras, la juventud es la etapa de la vida más vulnerable para ser víctima del espejismo del placer que casi siempre distorsiona la realidad, y que nos vuelve adictos al estado de inconsciencia que nos permite escapar de nuestra responsabilidad más grande que es la propia vida.

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