RESEÑA CRITICA

RESEÑA CRÍTICA

TEXTO 1

Autor: William Ospina

Título: “EL DESAFIO”

Ciudad de edición: Bogotá

Editorial: Periódico El Espectador

Fecha: Noviembre 12 de 2012 a las 11:00 p.m.

No. de páginas: 1 y media pagina

TEXTO 2

Autor: William Ospina

Título: “ADOLESCENCIA”

Ciudad de edición: Bogotá

Editorial: Periódico El Espectador

Fecha: Mayo 27 de 2012 a la 1:00 a.m.

No. de páginas: 2 páginas

TEXTO 3

Autor: William Ospina

Título: “EN TIEMPOS DE PELIGRO”

Ciudad de edición: Bogotá

Editorial: Periódico El Espectador

Fecha: Julio 15 de 2012 a la 1:00 a.m.

No. de páginas: 2 páginas

RESEÑA CRÍTICA

Actualmente, vivimos en una sociedad que ha olvidado el pasado, no le preocupa el futuro y solo vive un presente vago, basado en emocionalismos y solo se preocupa por suplir sus necesidades más inmediatas, sin analizar sus posibles consecuencias.

Es así como en la mayoría de los aspectos de la humanidad, hemos olvidado la esencia, por ejemplo “En la política, la lucha por el poder termina siendo más urgente que la responsabilidad de ese poder”, hemos permitido que el liderazgo se convierta en algo superficial, no se encuentra el fondo de las cosas o de las circunstancias, solo se hace lo que todo el mundo espera o se dice lo que todo el mundo quiere escuchar para no entrar en desacuerdos y aunque existan agrupaciones grandes de personas en las que cada miembro opina de manera muy distinta, las poblaciones son arrastradas por los estereotipos, por los gustos, las modas, lo improvisado; es increíble observar como hasta nuestra alimentación ha sido manipulada de tal manera que ya consumimos alimentos artificialmente elaborados y olvidamos que nuestros antepasados cultivaban y esa era la base de su dieta alimentaria.

La sociedad se canso de investigar, de conocer, de descubrir, de hacerse preguntas para tratar de encontrar respuestas, perdió su capacidad de asombro y en cambio, se ha dedicado a ser testigo, a ser seguidor, a ser aliado, pero no protagonista de su propia historia, se ha dedicado a sufrir en silencio su falta de profundidad, se ha hecho esclavo del consumismo, de la publicidad, de los mercados a los que solo puede ingresar si tiene con qué pagar, porque de otra manera es asimilado como un intruso, como alguien sin valor.

La humanidad trata de llenar vacios en la radio, la televisión, la internet y no se da cuenta que esto la única consecuencia que tiene es aislar o separar el contacto interpersonal, prueba fiel de ello es el comportamiento asumido por los jóvenes de nuestro país, que al no encontrar un apoyo, una familia que los comprenda, caen desorientados en cosas vanas y efímeras que no garantizan su futuro, pero esto más que ser un problema de la juventud como tal, es una consecuencia de la actitud ignorante que ha asumido un país, dándole más importancia a elementos como el desempleo, la inseguridad, la violencia intrafamiliar, entre otros y no se da cuenta que la solución esta en educar al niño para no tener que corregir al hombre, es decir, si desde pequeños el país asumiera la actitud de hacer individuos con capacidad sentipensante, sería mucho más sencillo tener un destino o un futuro correcto; el problema radica en tener que esperar a ver qué sucede para comenzar a actuar, vivimos en un país de acción tardía, de acción correctiva mas no de acción preventiva, no consideramos la educación como un derecho sino como un privilegio y desde ahí estamos haciendo que el joven o el adolescente adopte conducta facilistas, pues no cuenta con la cultura de superación o porque sus recursos económicos no son suficientes para continuar su educación y la falta de esta hace que se asuman roles equivocados a muy temprano edad, como el hecho de ser padres desde tan jóvenes, lo que los obliga a adaptarse a lo que la sociedad les brinde sin tener derecho a ser forjadores de futuro, ya que pesa más la responsabilidad adquirida que la necesidad natural de obtener conocimientos para tener un futuro, porque no debería ser siquiera un futuro mejor, pues si tuviéramos unos buenos ejemplos, una orientación adecuada, nuestro futuro estaría garantizado implícitamente, no tendríamos que preocuparnos por el mañana, pues debería ser una consecuencia lógica de nuestro presente. Pero la realidad es totalmente contraria a la lo que soñamos, estamos en un país donde lo importante es superficial y vende una falsa felicidad a través del consumo, de la competencia, donde el joven en su afán de encajar o de ser aceptado busca sus propios medios para cumplir con las vanas exigencias, convirtiendo los gustos, caprichos en necesidades y por ende deben ser suplidas rápidamente sin importar el costo o las consecuencias, pues para nuestra sociedad moderna lo que vende es el exterior, una primera apariencia, la superficialidad en

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