RESUMEN “Los Dos Caciques” del grupo de Valentino

RESUMEN “Los Dos Caciques” del grupo de Valentino

Varados en una tierra desnuda y desierta había dos seres que admiraban lo no creado, una inmensa oscuridad, un manto negro que estaba en todas direcciones. Uno era el cacique de Iraka y el otro, que era su sobrino, el cacique de Ramiriqui.                                                                                Siempre compartieron la penumbra y la quietud. Pasado un tiempo, la soledad y la negrura que reinaban era insoportable para ellos. Entonces decidieron reunirse y pusieron sus tronos uno frente del otro en la eterna noche. Hablaron sobre la necesidad de poblar el mundo, durante años y décadas hablaron de cómo debían parecer y ser los seres humanos.        Cerca de donde estaban, los caciques surcaron en tierras fértiles y a oscuras de un rio, y en sus riberas fangosas encontraron un material que era necesario para moldear seres semejantes a ellos.  

Tomaron barro amarillo y empezaron a moldear a unos seres bien formados y con el calor de su aliento, el cacique de Ramiriqui  soplo sobre ellos pero como él era joven e impetuoso, soplo muy fuerte y los seres despertaron, eran rudos, toscos y violentos. Aun así aceptaron la creación y los llamaron varones a estos seres. Luego ellos hicieron otras figuras frágiles y delicadas, con unos tallos de los juncos y plantas de las orillas de un rio, el cacique de Iraka soplo sobre ellas suavemente y despertaron resistentes como los juncos pero también sensibles y tiernos entonces las llamaron mujeres.

Y al ser reunidos las mujeres y los varones formaron varias parejas y vivieron muchos años en completa oscuridad, los humanos poco a poco se multiplicaban y prosperaban, pero los caciques no los podían ver bien, pues ese mundo seguía en oscuridad. Los caciques se volvieron a reunir y decidieron que el cacique de Ramiriqui viajaría hacia lo alto, mucho más alto que la montaña más alta y se convirtiera en un astro de luz. Entonces  voló el joven cacique hacia lo más alto del cielo y de la nada exploto en luz y su cuerpo se cubrió entero de miles de puntitos brillantes que lo rodeaban por completo, unas grandes lenguas de fuego lo cubrieron de pies a cabeza y así se quedó transformado en sol.

Brillo desde muy alto e ilumino los campos, valles, y los montes, las personas se estuvieron viendo por primera vez y se reconocieron también pudieron ver el maravilloso mundo que los rodeaba, pero al caer la tarde  el cacique de Ramiriqui se empezó a cansar y quiso descansar, entonces se tendió más allá del horizonte y volvió a reinar otra vez la oscuridad. Entonces el viejo cacique, el de Iraka, tomo la decisión de que también hubiera una luz nocturna y el subió al cielo solo que más pausadamente y un poco menos alto que el cacique de Ramiriqui. Pero por eso cuando el estallo en luz y se convirtió en un astro también su luminosidad fue menos caliente y mucho más blanca: y así es la fresca y frágil luz de la Luna.

Desde entonces, estos dos caciques se alternaban en el cielo, para el beneficio de sus criaturas, y su pueblo por eso los chibchas recuerdan en cada año el sacrificio de sus creadores.

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