“RESUMEN:LA RIQUEZA DE LAS NACIONES”

“RESUMEN:LA RIQUEZA DE LAS NACIONES”

INDICE

INTRODUCCIÓN        3

LIBRO I: DE LAS CAUSAS DEL PROCESO EN LA CAPACIDAD PRODUCTIVA DEL TRABAJO Y DE LA FORMA EN QUE SU PRODUCTO SE DISTRIBUYE NATURALMENTE ENTRE LAS DISTINTAS CLASES DEL PUEBLO        4

Capítulo 5: Del precio real y nominal de las mercancías, o de su precio en trabajo y su precio en moneda        4

Capítulo 6: De las partes que componen el precio de las mercancías        8

El Trabajo        9

Beneficios de capital        10

Renta de la tierra        10

Capítulo 7: Del precio natural y del precio de mercado de las mercancías        11

Capítulo 8: Los salarios del trabajo        12

El capital        12

CONCLUSIONES        17

BIBLIOGRAFÍA        19

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo busca resumir, señalar puntos importantes, precisar aspectos generales y resaltar la importancia de las causas del proceso en la capacidad productiva del trabajo y de la forma en que su producto se distribuye naturalmente entre las distintas clases del pueblo, tomando puntos claves como el precio del trabajo y moneda en las modalidades nominales y reales, así mismo se busca precisar las componentes del precio de toda mercancía que constituyen el ingreso en adición al precio en los mercados de mercancías y por consecuencia la evolución de los salarios producto del trabajo de la sociedad en sus distintas clases o estratos sociales crudamente marcados.

Además, cabe resaltar que el fin del presente trabajo es constituir una retroalimentación del libro “La riqueza de las naciones” del denominado padre de la economía moderna, Adam Smith, este aporte fue clave para el estudio de la economía y el amplio análisis descriptivo acerca del progreso económico demostrado con un sin fin de comparaciones a favor de la tendencia a un libre mercado.

LIBRO I: DE LAS CAUSAS DEL PROCESO EN LA CAPACIDAD PRODUCTIVA DEL TRABAJO Y DE LA FORMA EN QUE SU PRODUCTO SE DISTRIBUYE NATURALMENTE ENTRE LAS DISTINTAS CLASES DEL PUEBLO

Capítulo 5: Del precio real y nominal de las mercancías, o de su precio en trabajo y su precio en moneda

Toda persona es rica o pobre según el grado en que pueda disfrutar de las cosas necesarias, convenientes y agradables de la vida. Pero una vez que la división del trabajo se ha consolidado, el propio trabajo de cada hombre le dará una proporción insignificante de esas tres cosas. La mayoría de ellas deberá obtenerlas del trabajo de otros y será rico o pobre según la cantidad de trabajo que dispone. El trabajo es, así, la medida real del valor de cambio de todas las mercancías.

Cada cosa cuesta esfuerzo y fatiga a la persona que quiera adquirirla, aquello que compramos con dinero es el esfuerzo de nuestro cuerpo. Toda la riqueza del mundo fue comprada al principio no con oro ni con plata, sino con trabajo. Como afirma Hobbes, riqueza es poder. Pero la persona que consigue o hereda ningún poder político, sea civil o militar. Lo que si confiere esa fortuna de forma directa o inmediata es el poder de compra, un cierto  mando sobre el trabajo el producto del trabajo que se halle entonces en el mercado. El valor de cambio de cualquier cosa debe ser siempre igual a la extensión de este poder que confiere a su propietario.

Lo más natural estimar su valor de cambio mediante la cantidad no de trabajo sino de alguna otra mercancía concreta que una cantidad de trabajo. Pero cuando se acaba el trueque y el dinero se transforma en el medio habitual del comercio, cada mercancía particular se intercambia más frecuentemente por dinero que por cualquier otra mercancía. El valor de cambio de toda mercancía es habitualmente estimado según la cantidad de dinero que se obtiene por ella, y no según la cantidad de trabajo o de alguna otra mercancía que se obtiene a cambio de ella.

Aunque para el trabajador las cantidades iguales de trabajo siempre tienen el mismo valor, para el hombre que lo emplea tienen el mismo valor, para el hombre que lo emplea tienen a veces un valor mayor y otras veces uno menor.

En este sentido vulgar, por lo tanto, puede decirse que el trabajo tiene como las mercancías un precio real y un precio nominal. Su precio real consiste en la cantidad de cosas necesarias y cómodas para la vida que se dan a cambio de él; su precio nominal, en cantidad de dinero.

La distinción entre precio nominal y real de las mercancías y del trabajo no es un asunto de mera especulación, sino que puede a veces resultar en la práctica de gran utilidad. El descubrimiento de las minas de América rebajo el valor del oro y la plata en Europa. Cuando la depreciación del valor de la plata se combina con el descenso en la cantidad de plata contenida por las monedas de la misma denominación, la perdida es a menudo todavía mayor.

En un mismo tiempo y lugar, el precio real y el nominal de todas las mercancías guardan exactamente la misma proporción. Cuando más o menos dinero se obtenga a cambio de cualquier mercancía en el mercado de Londres, por ejemplo, más o menos trabajo permitía comprar o dirigir en ese momento y lugar. En consecuencia, el dinero es la medida exacta del valor de cambio real de todas las mercancías en un mismo tiempo y lugar. Pero lo es solo en tales circunstancias.

Así, como es el precio nominal o precio en moneda de las cosas lo que finalmente determina la prudencia o imprudencia de todas las compras y las ventas, y por ello regula casi todos los negocios de la vida cotidiana que tienen que ver con el precio, no debe sorprendernos si ha sido objeto de mucha más atención que el precio real.

Desde la antigüedad, superada ya la etapa del trueque y otros intervalos de tipos de cambio (en origen y en especias), las sociedades han visto por conveniente usar metales preciosos, esto con el fin de poder efectuar el comercio tanto por dentro de una comuna y así como en lugares colindantes. Ahora bien, específicamente hablando de la Roma de antaño, la comunidad le dio énfasis al cobre hasta cinco años antes de la guerra Púnica, usándola como moneda de cambio para cualquier tipo de transacción.

Por otro lado, las naciones nórdicas desde las primeras fases de formación, prefirió elegir la plata como moneda a acuñar, por muchos años no conocieron las monedas de oro y plata. Cuando se deseaba expresar la riqueza de una persona se manifestaban las libras esterlinas que en teoría se darían a cambio de las guineas.

A inicios, los países comerciaban en monedas de oro y plata y quienes estimaban su valor no eran los decretos oficiales ni ningún documento legal, sino el mismo mercado (los mercaderes y los adquirientes) quien determinaba el valor a estimar, esto se vio modificado con el pasar del tiempo, ya que existió un mandato expreso que fijaba el valor de una guinea era igual a veintiún chelines, esto en el rango que el mandato alcanzaba y los mercados que aplicaban esta.

A esto, podemos añadir que, la constante lucha en el posicionamiento (en ese entonces) del valor que sería medido nominalmente del oro y la plata al momento de hacer sumas grandes para las obligaciones de dar, radica en la variabilidad de una moneda en contrapeso de la otra, es decir, si la moneda de oro es empleada constantemente para fijar un punto de partida y es usada como moneda estándar será la que determine y dirija los precios valorables de cada objeto a comerciar, conforme fueron actualizados los valores de cada moneda, las leyes promulgadas en ese entonces buscaban que el oro alcanzara el valor más estándar posible.

Después de la reforma de la moneda de oro, el valor comercial en el mercado era superior a tres libras 18 chelines en el oro en barras y oscilaba en este rango, sin embargo, a causa de la reforma este precio a duras penas supera las tres libras 17 chelines , otorgándole un mayor valor a las monedas de oro y plata en referencia a las barras de oro, pero esto no es un factor determinante ya que otras causas influyen en los precios en los mercados, haciendo que sea poco notorio el cambio de valor.

En Inglaterra, el metal es depreciado y el cobre tiene un valor mayor a este, el tipo de cambio en el mercado europeo – en las monedas francesas y Holandesas – una onza de oro equivale a unas catorce onzas de plata ley, en moneda Inglesa el precio es de 15 onzas esto refleja que no hay cambios drásticos en cuanto al precio de cambio con el oro, por su baja denominación en los mercados europeos.

Consecuentemente, por decisión superior se prohibió exportar monedas de plata y únicamente se exportaba barras o lingotes de plata, esto con el fin de que las barras de plata tengan una mayor demanda, cosa que fue contraproducente, ya que en los mercados, las monedas de plata hacían más fácil su comercialización, en este sentido, la plata aumenta su valor al ser acuñada y se devalúa cuando se encuentra en estado bruto, frente a esta problemática se plantea que la plata sea tasada de manera proporcional.

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