Resumen del cap7 "El secreto de las siete semillas"

Capitulo 7

Después de aplicar la enseñanza de la semilla de girasol en su vida, Ignacio trato de orientar sus acciones hacia la luz, e inclinarse hacia Dios, ahora ya analizaba los resultados que podría tener a largo plazo en cuanto a su empresa, primero analizaba todo éticamente y después tomaba una decisión correcta. También siguió dictando sus conferencias que le gustaban mucho a los ejecutivos de empresas en las cuales había tenido mucho éxito, ahora ya tenía claro su darma, este tema de la espiritualidad era muy novedoso y se dio cuenta que para trabajar en equipo se tenía que dejar de buscar culpables, y apoyar todos para un mejor trabajo. Pero a pesar de este gran cambio en la vida de Ignacio, él vivía en un constante estrés, tanto que andaba de un lado para el otro tratando de hacer todo tan rápido, los problemas, la crisis y las oportunidades de negocio  demandaban de mucho tiempo, a pesar de que se esforzaba era insuficiente para cumplir con su misión, habían pasado ya seis meses desde que planto la ultima semilla, esta era una  planta de pino, y era tiempo de ir a visitar a su maestro, por lo que Ignacio se propuso estar muy atento a sus problemas para que posteriormente pueda consultarlos , ese día como siempre estuvo muy ocupado atendiendo sus asuntos de la empresa, revisando muy a detalle sus cuentas con el gerente, y reuniéndose con otros clientes, se enfocó tanto en aquel trabajo ajeno que se le fue el tiempo, por lo que al final del día no había obtenido los resultados que se había planteado.

Esa tarde apenas llego a la casa del maestro le conto lo que pasaba, el maestro lo escuchó y luego lo llevo al jardín, de dio un recipiente y le dijo que regara una palmera, Ignacio se percató luego que el recipiente tenía una rajadura y le llego muy poca agua a la planta, el maestro le explico que los seres humanos son iguales, todos tiene un recipiente de agua en su tiempo de vida, algunos gastan su tiempo en pocas cosas que no son importantes y por eso el tiempo se les escapa de las manos.

El maestro le dijo a Ignacio que debería de priorizar las actividades que realizaba, y que delegara a otros la mayor cantidad de actividades rutinarias y que enseñara a su equipo a trabajar con el, de esa manera no se sobrecargaba, que si quería enseñar a las personas la importancia de la meditación y la paz interior, no podía pasarse la vida estresado por problemas que escapaban de sus manos contando con el personal para hacerse cargo, también le recomendó que organizara su semana con los horarios que debería respetar para así darle prioridad a las actividades de verdadera importancia y a llevar a cabo su darma.

Pasaron a la siguiente habitación y el maestro le pregunto a Ignacio si sabia cual era la semilla que le había dado, él le respondió que era un árbol de pino, le explico que la peculiaridad del pino es que es un claro ejemplo  del equilibrio perfecto, pues sus ramas están dispersas  de tal modo que ninguna le hace sombra a la otra, e incluso cuando cae nieve no pierde ese equilibrio, y que así como el pino los seres humanos debemos buscar el equilibrio en los diferentes roles que asumimos en la vida .

Luego fueron a la cocina donde el maestro puso a hervir agua y luego le dijo a Ignacio que intentara coger el vapor del agua, después le pidió  coger el agua que salía del caño y finalmente le pidió que agarrar unos cubos de hielo, para finalizar el maestro dijo; que el tiempo es como el agua y que dependiendo como lo manejamos se comporta como tal, así que de ahora en adelante cada fin de semana Ignacio debería planificar su tiempo asumiendo sus verdaderas responsabilidades y prioridades

Para concluir el maestro le dijo a Ignacio que, si el pino no recibiera los nutrientes adecuados para su desarrollo seria en vano tratar de mantenerse equilibrado, por lo que la alimentación era un punto muy importante para lograrlo, este le dijo que existen 3 tipos de alimentos, los tamásicos producen somnolencia, flojera, inacción, inercia, y pesadez, por ejemplo: carnes rojas, comida enlatada, comida seca, bebidas alcohólicas, etc. Los rajásicos producen euforia, energía, agresividad, por ejemplo: condimentos, picantes, ajo cebolla, pescado, pollo, café. Y Los sátvicos que producen alegría, claridad, equilibrio, por ejemplo: frutas, verduras, nueces, lácteos, comida fresca. Lo que debemos hacer es evitar los primeros, consumir moderadamente los segundos y centrar nuestra alimentación en los terceros.

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