SOBRE EL ORIGEN DEL DERECHO Y DE TODAS LAS MAGISTRATURAS Y SOBRE LA TRADICIÓN DE LOS PRUDENTES

TÍTULO II

SOBRE EL ORIGEN DEL DERECHO Y DE TODAS LAS MAGISTRATURAS Y SOBRE LA TRADICIÓN DE LOS PRUDENTES

Al principio el pueblo se constituyó sin una ley determinada, y todo lo gobernaban los reyes. Después creció la ciudad y Rómulo la dividió en treinta “curias” y propuso algunas leyes “curiadas” (reunidas en un libro de Sexto Papirio: Derecho Civil Papiriano). Las leyes cayeron en desuso al ser expulsados los reyes, y el pueblo comenzó a regirse durante cerca de veinte años por un derecho consuetudinario. Luego se decidió públicamente basarse en leyes griegas. Tras interpretar las leyes conseguidas, añadieron otras dos a las diez anteriores tablas, formando así las “leyes de las Doce Tablas” y comenzó a ser necesaria la discusión en el foro. Esta discusión y este derecho se denomina “derecho civil”. Lego, se formaron las “acciones de la ley” (acciones legítimas). La ciencia de la interpretación de estas leyes se hallaba en el colegio de pontífices. Posteriormente, Gneo Flavio (escriba de Apio Claudio) entregó al pueblo el libro que había sustraído: Derecho Civil Flaviano (una copia de Derecho Civil Papiriano). Sexto Elio creó después otras acciones en el libro Derecho Eliano. Después, cuando en la ciudad había la ley de las Doce Tablas, el derecho civil y las acciones de la ley, la plebe entró en discordia con los patricios y constituyó su propio derecho con los plebiscitos. Después se transfirió al senado el gobierno de la república porque empezó a ser difícil que la plebe se reuniera, y más difícil que lo hiciera el pueblo. El senado comenzó a interponerse, y el derecho se llamaba senadoconsulto. También los magistrados otorgaban derechos y proponían edictos. El derecho “honorario” (por el “honor” del pretor) lo constituyen los edictos de los pretores. Comenzó a ser necesario que una sola persona gobernara la república (el senado no podía gobernar bien todas las provincias). Se eligió un príncipe con derecho de validez de lo que constituyera. Así, en Roma hay constituidas las siguientes fuentes: el derecho “legítimo”, el derecho civil propiamente dicho, las acciones de la ley que contienen la forma de demandar, el plebiscito, el edicto de los magistrados, el senadoconsulto y la constitución del príncipe.

En los comienzos de la ciudad de Roma, los reyes tuvieron toda la potestad. En aquellos tiempos existió el tribuno de la caballería ligera: Junio Bruto fue el autor de la expulsión de los reyes. Después de esto, se nombraron dos “cónsules” en los cuales residía el derecho máximo, aunque sus decisiones podían ser apelables y no podían imponer la pena capital a ningún ciudadano romano sin la autorización del pueblo. Posteriormente, también se nombraron unos censores. Una vez que aumentó la población, se constituyó un magistrado de mayor potestad: los dictadores, contra quienes no existió el derecho de apelar y quienes podían imponer la pena capital, aunque no podían mantener su magistratura más de seis meses. Además, existían los generales de caballería. Cerca del año decimoséptimo después de la expulsión de los reyes, la plebe creó para sí unos tribunos que fuesen magistrados plebeyos. Además, designaron dos “ediles” para que cuidasen de los “edificios” donde la plebe depositaba todos sus plebiscitos. Cuando comenzó a aumentar el tesoro del pueblo, se designaron cuestores, los cuales, a diferencia de los cónsules, podían determinar la pena capital de un ciudadano romano sin la autorización del pueblo. Se propuso al pueblo que todos los magistrados abdicasen para que unos decenviros se comportaran abusivamente para tener dominada perpetuamente la república, hasta que el ejército se alzó contra el gobierno hasta que la república recuperó su orden. Pasados algunos años desde que se dieron las Doce Tablas, se crearon tribunos militares con poder consular (en parte de la plebe y en parte de los patricios) en número variable. Poco a poco y según las exigencias sociales y la evolución histórica, la composición de estos tribunos militares fue variando. Finalmente, tenían jurisdicción en la ciudad diez tribunos de la plebe, dos cónsules, dieciocho pretores y seis ediles.

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