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Superavit


Enviado por   •  26 de Enero de 2014  •  3.509 Palabras (15 Páginas)  •  961 Visitas

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El término superávit económico se refiere a la diferencia de los ingresos sobre los gastos (egresos) en una organización durante un período determinado. Concretamente, el superávit de un Estado se debe a que recauda más por impuestos, tasas, retenciones, etc., que lo que gasta en proveer servicios públicos y pagar deudas; es decir que el superávit es lo contrario al déficit. Normalmente no entran dentro de este concepto los préstamos para hacer frente a alguna deuda ni los capitales de amortización.

La balanza de pagos es un registro de todas las transacciones monetarias producidas entre un país y el resto del mundo en un determinado periodo.1 Estas transacciones pueden incluir pagos por las exportaciones e importaciones del país de bienes, servicios, capital financiero y transferencias financieras. La balanza de pagos contabiliza de manera resumida las transacciones internacionales para un período específico, normalmente un año, y se prepara en una sola divisa, típicamente la divisa doméstica del país concernido. Las fuentes de fondos para un país, como las exportaciones o los ingresos por préstamos e inversiones, se registran en datos positivos. La utilización de fondos, como las importaciones o la inversión en países extranjeros, se registran como datos negativos.

Cuando todos los componentes de la balanza de pagos se incluyen, el total debe sumar cero, sin posibilidad de que existe un superávit o déficit. Por ejemplo, si un país está importando más de lo que exporta, su balanza comercial estará en déficit, pero la falta de fondos en esta cuenta será contrarrestada por otras vías, como los fondos obtenidos a través de la inversión extranjera, la disminución de las reservas del banco central o la obtención de préstamos de otros países.

DEFINICIÓN DE DÉFICIT FISCAL

Es necesario antes de definir el término de déficit fiscal, hacer referencia a cada uno de los conceptos que lo conforman por separado, para poder comprender la complejidad de éste.

El término déficit hace referencia a una carencia de algo. En el aspecto económico, está relacionado con el mal aprovechamiento de los recursos en un Estado. Es decir que una nación está en déficit cuando el dinero que se ha utilizado en las transacciones es superior a aquel que se ha recibido, es decir a los ingresos.

Por su parte, la palabra fiscal hace referencia a aquello relativo al Estado, su tesoro (fisco).

La unión de ambos términos permite acceder a una noción de lo que el fisco adeuda; es decir, que aparece cuando hay un mal manejo del dinero público, que trae como consecuencia complicaciones económicas para todo el país.

El déficit fiscal es la diferencia negativa entre los ingresos y los egresos públicos en un cierto plazo determinado. El concepto abarca tanto al sector público consolidado, como al sector público no financiero y al gobierno central. Se trata del resultado negativo de las cuentas del Estado. Cuando los gastos estatales superan a los ingresos, se produce el déficit.

El déficit fiscal, por lo tanto, aparece cuando los ingresos recaudados por impuestos y otras vías no alcanzan para cubrir aquellas obligaciones de pago que han sido comprometidas en el presupuesto. La contabilidad nacional se encarga de medir el déficit, apelando a diversas cuentas para poder representar con números la actividad económica de manera sistemática.

Es importante señalar que cuando un país gasta más de lo que ingresa se dice que tiene un déficit fiscal, si gasta lo mismo que ingresa, un presupuesto equilibrado y si gasta menos que lo que entra en sus arcas, tiene un superávit.

Cuando un país se encuentra en etapa de crecimiento, es normal que presente un superávit presupuestario dado que la sociedad pagará debidamente sus impuestos y consumirá más bienes y servicios, pues contará con un empleo que se lo permitirá. Por su parte, las empresas tendrán un nivel más elevado de beneficios, lo que traerá como consecuencia positiva, un mayor ingreso del dinero fiscal.

Para ser más clara: si un Estado tiene a finales del 2009 una deuda pública de 3000 euros, y al año siguiente manifiesta un déficit de 200 euros; su deuda pública al final de este último año será de 3200 euros y aquellos intereses que puedan sumarse. Es decir que la deuda pública implica a todos aquellos déficits anuales que el Estado no haya sido capaz de devolver y que se ha generado en el intento de solventar antiguas deudas estatales.

Déficit fiscal y deuda pública

Por otro lado, cabe definir el término déficit fiscal y deuda pública, ya que muchas veces se cree que son la misma cosa y, claramente, no lo son.

El déficit fiscal, como ya lo hemos dicho, se refiere a las pérdidas del Estado a lo largo de un año; mientras que el segundo término hace referencia a la deuda que el Estado ha asumido frente a sus acreedores en varios períodos, es decir el déficit que ha acumulado. Al existir el déficit, el Estado debe recurrir a la deuda pública para pagar la diferencia negativa de sus acciones económicas, de este modo, ambos conceptos se retroalimentan.

Al aparecer un déficit fiscal, se entiende que el Estado ha estado gastando durante un período de tiempo determinado, generalmente de un año, más de lo que ha recibido en impuestos y demás transacciones para el dinero público.

Cabe señalar que la forma en la que un Estado consigue el dinero es a través del cobro de impuestos, de las ganancias por vender recursos naturales y de los préstamos que realiza a otros países. El dinero que recibe debe utilizarlo para los gastos de funcionamiento (sueldos de los empleados), en la inversión social e infraestructura (alquileres, mantenimiento), los pagos de la deuda (lo que otros países le han prestado) y la seguridad nacional, entre otros gastos estatales.

El déficit implica que el Estado ha utilizado más dinero del que tenía en sus arcas, y ese saldo negativo debe pagarse de alguna manera; para ello se recurre a una serie de herramientas que permiten una mayor recaudación o un menor gasto (disminución sueldos, eliminación de gastos innecesarios). Pero no es tan sencillo tomar estas decisiones, es necesario tener en cuenta un montón de variables porque cualquier decisión puede afectar los aspectos políticos y sociales del país.

Según la política económica calificada como keynesiana (por John Maynard Keynes), el déficit presupuestario es una herramienta válida para promover la actividad económica cuando la inversión privada se ha reducido y el gasto en consumo se encuentra deprimido. Esta teoría, sin embargo, ha sido desmentida en diversos pasajes de la historia, ya

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