Teorias Del Estado
fabvega6 de Febrero de 2013
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3.1 Concepto de método y ciencia.
Este tema se refiere a las preguntas ¿Cómo surgió el Estado?, ¿Cuáles fueron los factores que dieron origen a su formación? El estado aparece como una realidad que recibe una denominación de parte nuestra. Realidad difusa, vaga, en el sentido de que cuando nos referimos a él, no aludimos a un objeto sino a un complejo organizacional, que produce una serie de manifestaciones que nos permiten adjudicarle un nombre, que es precisamente el de Estado. En algunos casos puede identificársele con el concepto de país o gobierno.
Esto es por decirlo así, la primera inquietud intelectual que nos provoca la existencia del Estado para formular una teoría en torno al mismo en un enfoque teórico –genético, es decir, el que adoptaría una teoría genética del Estado al tratar de explicar su origen. Sabemos que existe el Estado, pero ¿Cómo se creó? A esta pregunta que se formularon los hombres desde el inicio de sus reflexiones sobre su propia organización, se puede tratar de responder por diversas vías que, en tanto nos permiten alcanzar respuestas teóricas, constituyen lo que solemos denominar métodos en este caso específico aludiremos a dos de ellos.
Un primer método que se ha utilizado durante muchos años es el que podríamos llamar filosófico-deductivo, en el sentido de que va de lo general a lo particular a través de la mera reflexión, a partir de ciertos principios generales que el filósofo extrae de so observación de la naturaleza humana. Así por ejemplo, es celebre la apreciación de Aristóteles de que el hombres es un animal social incapaz de subsistir fuera de la comunidad de sus semejantes. Veremos que la ciencia moderna ha puesto en duda la concepción del hombre como único animal social.
El hombre, entonces, es social por naturaleza, y su integración a la sociedad es producto de un impulso natural. Este enfoque intenta responder a la reflexión de que, a partir del dato observable de la sociabilidad humana se puede construir una teoría que explique cómo se instituyo el Estado. Esta corriente se pensamiento se desarrolla mediante la creación de hipótesis sobre la formación del Estado a partir de apreciaciones de carácter reflexivo, sin acudir a los hechos del pasado constatables mediante el empleo de otros conocimientos científicos. En 1884, en El origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado, Federico Engels, inicia la incorporación de datos de la que era entonces una nueva ciencia: la antropología, dedicada al estudio de ciertos grupos llamados primitivos, al análisis de algunos de sus caracteres como costumbres, sistemas de parentesco creencias, etc. La antropología ha ido progresando y a partir de ella se han creado disciplina especializadas como la etnografía y la etnología. Engels, acude a los datos proporcionados por la ciencia antropológica de su tiempo. Antes de esa época tales conocimientos estaban poco sistematizados científicamente y por ello, no eran suficientemente útiles para los filósofos políticos. Desde la antigüedad hasta el siglo pasado, los autores planteaban este problema básicamente como un tema de reflexión de carácter filosófico-racional a ser resuelto por la meditación deductiva, características observables en el individuo actuando socialmente, las cuales permitían reconstruir lógicamente la formación del Estado. En la actualidad estamos sin duda, más cerca del aspecto científico. Hemos dejado atrás la mera reflexión filosófica y empleamos en mayor medida los datos concretos que puedan aportar otras ciencias: la antropología en su rama etnológica, la sociología e incluso la biología. Se intenta, en las investigaciones más recientes, buscar las raíces biológicas del hombre como especie social.
Debe tenerse presente, no obstante, que los conceptos a manejar en esta materia, no siempre pueden derivar de la experiencia inmediata, ya que no se trata de fenómenos presentes y por ello no es posible desechar totalmente las herramientas de la metodología filosófico-deductiva.
Con concepto de organización abrimos también nuestra reflexión con el hecho observable de que el hombre vive actualmente en sociedad y siempre ha vivido así. Es decir, se trata de un animal gregario, comunitario, social; con tal carácter desde su aparición en la tierra, la sociedad humana se nos presenta como una organización; no como una acumulación informe de unidades individuales, estas se encuentran entrelazadas, dispuestas de cierto modo: organizadas. Pero igualmente lo que llamamos sociedad se nos presenta igualmente bajo la figura de una organización; es decir, seres humanos que viven en comunidad, pero no solamente juntos sino interrelacionados, en comunicación y cooperación mutuas, en suma: en convivencia. Algunos datos nos permiten afirmar que la especie humana aparece, desde sus inicios, organizada.
La Teoría del Estado es tradicional y en general la Sociología, durante mucho tiempo perdieron de vista o no aceptaron las posibles explicaciones biológicas que pudieran servir de base para dilucidar algunos fenómenos. Se partía del hombre como un ser exclusivo, apartado, distinto y totalmente novedoso en la naturaleza, se pretendía estudiar su comportamiento social casi sin recurrir a la visión de tipo biológico. Algunas corrientes sociológicas como la de Spencer si tenían una concepción vinculada a la biología, en tanto planteaba la sociedad un organismo, este se basaba en la idea de que la sociedad no es sino un organismo, debía entenderse como una entidad orgánica de carácter natural comparado a los entes biológicos. Un enfoque de esta índole en ocasiones llevó a excesos comparativos entre los órganos y sus funciones biológicas y aquellas de la sociedad, ya que se establecieron analogías demasiado elementales que realmente no explicaban los fenómenos sociales. Todo ello acabo por desprestigiar esta corriente; como reacción se eliminó el enfoque biológico de los estudios sociológicos y se mantuvo el análisis dentro del marco estrictamente humano, como si el hombre fuera radical y totalmente distinto del resto de los demás animales. La investigación ha vuelto los ojos a los antecedentes de carácter biológico que puedan explicar algunas características tanto de la conducta como de la sociabilidad humana. La sociobiológia busca enlazar aquellos elementos descubiertos mediante estudios de tipo biológico, con los materiales usados por la sociología. Para esta ciencia el ser humano no es un animal esencialmente diferente a los otros sino uno más dotado de ciertas capacidades específicas, como su aptitud para el pensamiento abstracto, para transformar conscientemente el medio o para articular palabras.
Por ese motivo, casi toda investigación sociológica actual, y en parte, la Teoría del Estado es básicamente sociológica, exige referencias de carácter biológico. El Estado no se puede entender sin recurrir previamente a nuestros esquemas o conocimientos de tipo sociológico, porque el Estado es un fenómeno social, un resultado de la organización social humana. Este tratamiento difiere de los antiguos criterios filosóficos que partían exclusivamente de ciertas características humanas, como el egoísmo o el altruismo, según el caso, para explicar el desenvolvimiento de la sociedad humana, es obvio que las transformaciones tecnológicas han influido en las modificaciones de la organización social de la humanidad.
3.2 Naturaleza de la Teoría del Estado.
El punto de partida es que la especie humana no es la única especie animal que vive en sociedad, aunque tradicionalmente la sociología ha ignorado este hecho. Lapierre llega a plantear la posibilidad de que existían fenómenos políticos entre los animales aunque sólo la presente como una hipótesis elaborada en atención a la existencia, entre algunas especies, de elementos semejantes a los de la conducta política de los hombres. Tales son los casos de comportamientos de cooperación colectiva animal para ciertos trabajos comunes. Un individuo no tiene que ver con otro; viajan juntos, como en algunas parvadas de pájaros, o edifican sus nidos unos cerca de los otros, pero no hay comunicación y por eso no son propiamente sociables.
El primer grado de una escala social se da en agrupamientos temporales de individuos con pocas interrelaciones, aunque capaces de vivir segregados del conjunto. Una conducta de este tipo se observa en los delfines. El segundo nivel está constituido por grupos con movimientos coordinados, que se protegen entre sí y cuyos miembros necesitan del agrupamiento. Este comportamiento se da, por ejemplo, entre los peces donde se observa la alta coordinación de movimientos de las cardúmenes, se ha probado que cuando uno de sus integrantes es separado del conjunto, busca con ansiedad reincorporarse a el, pero también se ha podido determinar que el pez aislado no parece distinguir entre su grupo original y otro de la misma especie al que esté en posibilidad de unirse.
El siguiente grado de sociabilidad animal es el de las sociedades llamadas “inferiores”, en las que aparecen relaciones más frecuentes y durables, así como formas elementales de cooperación para un trabajo común. No hay división del trabajo y los individuos conservan un alto grado de autonomía; como ejemplo se citan a los castores y algunas aves.
Vienen después las llamadas sociedades “superiores” donde la cooperación es constante. Las relaciones entre sus miembros son complejas, la convivencia es continua y existe una división del trabajo, a veces determinada por diferencias morfológicas, de modo tal que hay diversas clases de individuos particularmente dotados por ciertas tareas, como es el caso de las abejas. En estas sociedades se dan fenómenos de
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