Una Mirada Hermenéutica Al Señor De Los Anillos

Una mirada hermenéutica al Señor de Los Anillos

La extensa obra de John Ronald Reuel Tolkien conocida de manera amplia por narraciones de estilo épico, no sólo se ha compuesto por la trilogía El Señor de Los Anillos, sino por obras que la preceden en su significación y la complementan de forma perfecta creando uno de los mundo más complejos de la literatura y de la narración de mundos imaginarios. Shore Howard, compositor de la música de las películas homónimas, asegura haber tenido un gran trabajo al crear los temas para las locaciones de la película, por tratarse de un mundo que se refiere no sólo a lugares y creaturas mágicas, maravillosas y fantásticas, sino que se trata también de personas simples y de gran sensibilidad en mundo tan complejo que logra crear una gran verosimilitud, es decir no hay nada que quede con alguna explicación incoherente. Es por eso que hablaré un poco sobre la temática de esta historia desde un punto de vista hermenéutico por considerarlo el más pertinente para este tipo de obras de corte épico.

Me centraré de modo particular en la trilogía sin aspirar, desde luego a un análisis que comprenda la magnitud de la simbología y significados con los que esta obra está cargada, sino sólo en los puntos pertinentes para este trabajo, que considero son los siguientes:

Para Tolkien la literatura tiene una función redentora de la realidad.

Su dominio del lenguaje y su profundo conocimiento de la naturaleza humana.

Función moralizante de la obra.

Sin embargo para iniciar este trabajo quisiera hacer un breve repaso a su biografía: Nace el 3 de mayo de 1892 en Bloemfontein (Sudáfrica); sus padres, Arthur y Mabel, ingleses se encontraban en la colonia donde él era empleado de un Banco. John era un niño delgado y enfermizo, así que en 1895 junto con su madre y su hermano menor, Hilary, nacido en 1894, regresan a Inglaterra, para sustraerse del fuerte calor africano. A los pocos meses reciben la noticia de la muerte del padre (1896). Hecho que influyó notablemente en los asuntos materiales de la familia, pero sobre todo más en campo espiritual. Mabel se instala con sus hijos en las afueras de Birmighan y 4 años más tarde se convierte al catolicismo.

Antes de morir su madre en 1904, les busca como tutor al P. Morgan para que los niños no vayan a vivir con los abuelos, lo cual hubiera significado la vuelta al protestantismo. Tolkien contaba con 12 años e inicia una dura etapa de su vida: internados y pensiones, luchas para conseguir las becas que hicieran posible sus estudios, con la meta de obtener un título en Oxford. Siempre destacó como estudiante y su extraordinaria imaginación encuentra temas para ir creciendo. En una pensión conoce a Edith Bratt, que será su esposa, que se convertirá también al catolicismo y así lograron casarse en 1916. Titulado en Oxford., inició su carrera universitaria -profesor- en 1920 en Leeds. En 1925 pasa a Oxford. Allí transcurrió toda su vida y realizó una notable labor de impulso de los estudios filológicos. Dominaba varias lenguas: hablaba y escribía correctamente 9 idiomas, y era experto en filología medieval inglesa. Sus primeras fábulas las escribió pensando en sus hijos; en 1937 publicó «El Hobbit», fruto de esas narraciones para niños. Nunca sospechó la fama que habrían de conocer sus creaciones, para niños de 6 a 90 años. Muerta Edith en 1971, transcurrió los dos últimos años de su vida en Oxford, hospedado en el Merton College, donde había enseñado por largos años. Murió el 2 de septiembre de 1973 rodeado de fama, respeto y admiración.

I Función redentora de la realidad.

Para poder entrar de buena manera en el estudio de este punto hay que situarnos en el mundo de la posguerra. La barbarie de la segunda guerra mundial no ha dejado en el hombre más horror a la violencia, desconfianza y una profunda escisión entre lo que significa el bien y el mal. La fragmentación de estas realidades binarias se hace más notable y entrañable por la cruda cristalización de ambas en una realidad tan severa. ¿Cómo podemos encontrar el camino recto en semejante época? – dijo Éomer. Como siempre – contestó Aragorn – el bien y el mal han cambiado desde ayer, ni tienen un sentido para los Elfos y Enanos y otro para los Hombres. Corresponde al hombre discernir entre ellos, tanto en el bosque de Oro como en su propia casa. (Las Dos Torres: p25)

Sin embargo el sólo discernir no sería suficiente para los hombres de su época, es por eso que la categorización tan marcada de estas realidades se describe de manera tan lúcida en las obras. Mordor es un lugar oscuro, de sombras, de creaturas deformes y horribles, mientras que Hobbiton es un lugar apacible, verde, placentero. Y más aún Lor Lorien es un lugar místico, de paz, donde sólo los hijos de Dios (Iluvatar) podrían vivir.

La realidad ya no participa de lo que el mundo era antes de la guerra. Ahora es un mundo desfigurado y ausente de sí mismo. Por eso la consumación de la tarea de Frodo Bolsón no puede quedar inconclusa. La configuración de un mundo real y único depende de la destrucción del anillo de poder. Un elemento que puede cambiar el destino de dos mundos: el de la oscuridad y el de la luz. Desde el inicio de los relatos de Tolkien, la luz y la oscuridad juegan un papel importante: los elfos encargados de

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