William Golding

Reflexión – William Golding

William Golding fue un novelista británico del siglo XX que ganó un Premio Nobel de literatura en 1983 y es mayormente conocido por su obra “El Señor de las moscas”. Recibió durante su infancia y juventud una sólida formación humanista y literaria por parte de su padre que lo influyó para los temas posteriores de sus novelas. Se enlistó en la marina durante la Segunda Guerra Mundial y terminada la contienda se dedicó más seriamente a la literatura. William Golding es muy reconocido por utilizar un estilo de ficción alegórica, que es una figura literaria o tema artístico que pretende representar una idea valiéndose de formas humanas, animales o de objetos cotidianos.

William Golding fue criado en una familia con un padre que se consideraba socialista con una gran confianza en el racionalismo científico y una madre que defendía el sufragio feminista. Al encontrarse criado frente a dos ideologías diferentes, su estilo literario y su cosmovisión fueron cambiando sin embargo, fue tras la Segunda Guerra Mundial cuando su forma de ver el mundo cambió por completo.

El formar parte de la marina durante la Segunda Guerra Mundial le causó un enorme impacto, exponiéndole a la increíble barbaridad y crueldad de la que es capaz la humanidad. Fue ahí cuando rechazó el optimismo racionalista de su padre acerca del desarrollo humano y se centró en la maldad intrínseca al ser humano. En todas sus obras, Golding destaca la violencia inherente al ser humano y explora los dilemas morales y las reacciones de las personas cuando son sometidas a situaciones extremas. En “El señor de las moscas” los niños se encuentras varados en una isla desierta tras un accidente de avión. Golding se centra mucho en el momento en el que los niños, a medida que pasa el tiempo, empiezan a perder las costumbres de la civilización y toman una actitud primitiva. Es ahí donde William Golding busca mostrar las ambigüedades y fragilidades de la civilización.

En conclusión, podemos decir que al convivir en su juventud con dos corrientes ideológicas distintas, se vio expuesto a no tener definido su visión del mundo que trasmitirá en sus obras más adelante. Sin embargo, tras la experiencia de la guerra rechazó totalmente la forma de pensar de su padre y se centró en su propia cosmovisión: la maldad y la violencia son la naturaleza del ser humano.

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