El Poder Y La Definición De La Normalidad En "Algunas Veces En Abril"
martinezwolfgang8 de Marzo de 2015
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El poder y la definición de la normalidad en “Algunas veces en Abril”
En la película se observa como las figuras o autoridades que guardaban el poder establecen lo que implicó, en el país de Ruanda, lo que era normal: segregación, Racismo y violencia ¿Cómo se llegó a esa situación? En el presente ensayo se analiza cómo los medios de comunicación, la educación, la ciencia y los intereses económicos fueron utilizados como medios para llegar a la situación descrita en la película.
Si bien no fue la más contundente, sí fue la forma mas antigua en que el poder intervino en pro del genocidio. Los estudios morfológicos realizados en Ruanda en el siglo XX fueron en sí, y esto también se expone en una de las escenas introductorias a la película, como una forma en cómo las personas en el poder, los colonialistas belgas segregaban a ambos grupos que previamente había sido pacífica (Arozarena, 2011). Esta confrontación causada por los colonialistas, particularmente por los científicos, encaja a la perfección con la definición del poder de Weber en donde éste se ejerce dentro de una relación. Esta segregación meramente racista causó que la denominación Hutu y Tutsi se volviera una cuestión social que causaría odio entre ambos grupos. Cualquier forma de reintegración por parte de Hutus y Tutsis se vería obstaculizada mientras la colonia durase.
La influencia que los niños recibían en la escuela aparece de forma implícita en la película. En una escena cuando los hijos del personaje principal Augustine le preguntan “¿Qué seremos nosotros? ¿Hutus o Tutsis?” el padre se queda un poco paralizado ¿Por qué? Era obvio que Augustine, al estar casado con una tutsi, no tenía sentimientos racistas o etnocéntricos y los niños no pudieron hacer esa pregunta de lo que aprendían en casa (Peck, 2005). Esto deja ver que las enseñanzas segregacionistas eran también enseñadas en las escuelas.
El gobierno y las autoridades escolares permitían que a los niños se les enseñara las “fundamentales” diferencias entre ser hutu y tutsi. Esto correspondería el medio en donde un Herrschaft se establecería de manera eficiente. Cuando un niño regresaba a su casa sabiendo que era hutu y tutsi volvía sabiendo que lugar ocupaba en el poder si el del amo hutu o el del servidor tutsi. A pesar de que lo mejor era, como dijo Augustine, que todos fueran conocidos como ruandeses, lo normal para sus niños sería la segregación étnica
La conocida “Radio del Odio” es quizás el elemento mas conocido y famoso del conflicto de Ruanda. Y no es para menos, ya que, gracias a su contenido “anti-tutsi”, la población hutu estuvo más que dispuesta a participar en el genocidio. La película remite vez tras vez como esta radio usaba su poder para que la población creyera que los tutsis eran “unas cucarachas” que habían maltratado a la población hutu durante la colonia y que ni siquiera se debían “gastar balas en ellos” . Esta forma del poder corresponde con la de Foucault que definía el poder como un convencimiento que hace que las personas decidan hacer algo por ellas mismas. De esta forma la “radio del Odio” hizo que los radioyentes determinaran que lo mejor y lo normal sería exterminar a “las cucarachas” tutsis.
Ahora pensemos en la otra figura de autoridad que, estando siempre presente, fue más bien, un aliado silente ante el genocidio que azotó al país: la ONU. Si bien declaró firme ante su principio de no permitir que un genocidio sucediera, se negó rotundamente a reforzar las defensas en el país o tratar de interrumpir la programación de la “Radio del Odio” pues implicaba un derecho a la “libre expresión”. Lo normal fue verla no intervenir. Curiosamente esta situación llega a contrastarse con las palabras de Jean Kambanda, líder de Ruanda en 1994, quien
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