Reseña histórica de la madre de la enfermería

Reseña histórica de la madre de la enfermería

La madre de la enfermería es un título que se le otorga a Florence Nightingale, una enfermera, escritora y estadística británica que nació en Florencia, Italia, el 12 de mayo de 18201. Ella es considerada la precursora de la enfermería profesional contemporánea y la creadora del primer modelo conceptual de enfermería

Su interés por la enfermería surgió desde muy joven, inspirada por su fe anglicana y su convicción de que Dios la había llamado a servir a los demás. A pesar de la oposición de su familia, que pertenecía a la clase alta británica, ella se dedicó al estudio y la práctica de la enfermería, destacando por sus conocimientos de matemáticas y estadística aplicados a la epidemiología y la salud pública

Su fama mundial se debe a su labor humanitaria durante la guerra de Crimea (1853-1856), donde atendió a los soldados heridos con un equipo de enfermeras que ella misma formó y dirigió. Allí, aplicó medidas de higiene, organización y administración que lograron reducir significativamente la mortalidad y el sufrimiento de los pacientes. Por su costumbre de visitar a los enfermos por las noches con una lámpara, se le conoció como "la dama de la lámpara"

Tras la guerra, Nightingale se dedicó a promover la reforma sanitaria y la profesionalización de la enfermería. En 1860, fundó la primera escuela de enfermería laica del mundo en el hospital Saint Thomas de Londres, que actualmente forma parte del King’s College de Londres y del NHS2. Su escuela sentó las bases para el desarrollo de la enfermería moderna, basada en el rigor científico, la observación, la reflexión y el cuidado integral del paciente. Su modelo conceptual se centró en el medio ambiente como un factor determinante para la salud y la recuperación de los enfermos

Nightingale fue también una pionera en el uso de la estadística para analizar y comunicar los datos sobre las condiciones sanitarias, las enfermedades y las muertes. Fue la primera mujer admitida en la Royal Statistical Society británica y miembro honorario de la American Statistical Association2. Entre sus aportes más destacados se encuentran los diagramas polares, unos gráficos circulares que permiten visualizar las variaciones temporales de un fenómeno

Por su trayectoria y sus contribuciones a la enfermería y a la sociedad, Nightingale recibió numerosos reconocimientos y distinciones, entre ellos la Real Cruz Roja (1883), la Orden del Mérito del Reino Unido (1907) y las Llaves de la Ciudad de Londres (1908)2. El juramento Nightingale, que realizan los enfermeros al graduarse, fue creado en su honor en 1893. El Día Internacional de la Enfermería se celebra el 12 de mayo, fecha de su nacimiento

Nightingale murió en Londres el 13 de agosto de 1910, a los 90 años de edad. Su legado sigue vigente en la actualidad, como una fuente de inspiración y referencia para las generaciones presentes y futuras de enfermeros y enfermeras

¿Qué es la enfermería?

La enfermería es una profesión que se ocupa de la atención, el cuidado autónomo y la colaboración de la salud del ser humano. Los enfermeros se dedican, en general, a tratar los problemas de salud potenciales o reales que presenta una persona1. La enfermería también abarca la promoción de la salud, la prevención de las enfermedades y el cuidado de los enfermos, discapacitados y personas moribundas2. La enfermería es una profesión fundamental para una salud pública de calidad, ya que ofrece al mismo tiempo un servicio autónomo y colaborativo

La enfermería tiene una larga historia que se remonta a la antigüedad, cuando el oficio era practicado principalmente por hombres. La enfermería moderna se inició con Florence Nightingale, considerada la madre de la enfermería profesional, que impulsó el cuidado del ambiente y el rigor científico en la atención de los pacientes. Desde entonces, la enfermería ha evolucionado y se ha diversificado en diferentes especializaciones y modelos conceptuales

La enfermería es una carrera a nivel universitario que requiere de conocimientos técnicos, éticos y humanos. Los enfermeros deben tener competencias para la asistencia, la investigación, la docencia y la administración en el ámbito de la salud. Además, deben tener en cuenta las diferencias y semejanzas culturales que existen para un cuidado más efectivo y adecuado del paciente

Ética de la enfermería

La ética de la enfermería es el conjunto de principios, valores y normas que orientan la conducta profesional de las enfermeras y los enfermeros, con el fin de garantizar el respeto a la dignidad, los derechos y el bienestar de las personas que reciben sus cuidados. La ética de la enfermería se basa en el compromiso con la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, la restauración de la salud y el alivio del sufrimiento, así como con la defensa de una muerte digna

La ética de la enfermería se expresa en un código de ética que establece las responsabilidades, los deberes y las competencias de las enfermeras y los enfermeros en sus distintos roles y ámbitos de práctica. El código de ética también ofrece orientación para la toma de decisiones éticas ante los dilemas y conflictos que puedan surgir en el ejercicio profesional. El código de ética se fundamenta en cuatro principios básicos: autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia

El principio de autonomía reconoce el derecho de las personas a decidir libremente sobre su salud, su vida y su muerte, respetando sus valores, creencias y preferencias. Implica que las enfermeras y los enfermeros deben informar, educar y asesorar a las personas para que puedan ejercer su autonomía de manera responsable e informada. También implica que las enfermeras y los enfermeros deben respetar la voluntad de las personas, incluso si no coincide con su propio criterio profesional o personal

El principio de beneficencia se refiere al deber de las enfermeras y los enfermeros de hacer el bien y procurar el beneficio de las personas que reciben sus cuidados. Implica que las enfermeras y los enfermeros deben actuar con competencia, calidad y seguridad, buscando siempre el mejor resultado posible para la salud y el bienestar de las personas. También implica que las enfermeras y los enfermeros deben proteger a las personas vulnerables o en situación de riesgo, así como promover el interés público y social

El principio de no maleficencia se refiere al deber de las enfermeras y los enfermeros de no hacer daño ni causar sufrimiento innecesario

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