Trabajadores médicos, ¿Cuáles fueron las últimas palabras más inquietantes que escucharon de un paciente?

Trabajadores médicos, ¿Cuáles fueron las últimas palabras más inquietantes que escucharon de un paciente?

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Estudiante de medicina: “Señor, ¿Tiene algún dolor?”

Paciente: "Qué pregunta jodidamente más tonta, me acaban de apuñalar. Sí, me duele".

Perdió la vida en cuestión de minutos.

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“Gracias”, de parte de un viejecito con cáncer de pulmón en etapa 4. No tenía familia, así que me quedé después de que terminó mi turno.

Simplemente no quería morir solo y yo me negué a dejar que suceda. No sé por qué, pero todavía me hace llorar cuando lo pienso.

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Yo tenía unos cinco o seis años cuando mi abuelo estaba en su lecho de muerte. Lo último que hizo fue poner su mano sobre mi hombro y dijo: "Con razón nunca te gustó mi comida picante", y luego murió unos diez segundos después. Todos estábamos súper confundidos.

Unos tres meses después casi muero por asfixia después de comer un poco de salsa picante. En el hospital me diagnosticaron alergia a la capsaicina (comida picante). A día de hoy todavía me da escalofríos. Nadie sabía que era alérgico antes de eso, y tampoco mostré ningún síntoma.

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No fueron palabras, pero la muerte más inquietante fue la de una paciente que tenía una orden de no resucitar, a través de los deseos de ella y su familia. Estaba perdiendo la batalla y su familia no estaba allí.

Se estaba poniendo frenética y mirando a su alrededor y estando medio sentada en la cama, y una enfermera con más experiencia que yo, tomó su mano y le dijo con calma: "Está bien, no estás sola. Estamos aquí contigo, está bien irse en paz". La paciente se calmó de inmediato, volvió a apoyar la cabeza en la almohada y murió.

Sabía que quería ser una enfermera como ella cuando fuera grande. ¿Pero cómo diablos sabía exactamente qué hacer y decir? Nunca lo he olvidado.

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Era una enfermera trabajando en un hospital cuidando a un hombre de 40 años con tumor cerebral, entrando y saliendo de la conciencia. El hombre ya había pedido no ser resucitado. Su hija de 16 años estuvo llorando sin parar durante 12 horas, y su esposa, a quien le habían dado algunos meses para prepararse, estaba tranquila y concentrada en su esposo.

Rutinariamente tenía que comprobar si estaba consciente o no, lo que implicaba hablarle en voz alta (esto responde a la estimulación auditiva), lo que no me gustaba hacer. Así que le pedí a su esposa que hiciera la parte de la voz fuerte, para que la voz que él escuchara fuera la de ella y no la mía, y ella lo hizo sin dudarlo.

La única respuesta que observamos con su vocalización fue que este paciente que estaba profundamente inconsciente llevó la mano de su esposa a sus labios y la besó. Dejó de respirar muy pronto después de eso. Estoy embrujada, lo sé, pero no en el mal sentido.

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Tuve un paciente en la unidad de cuidados coronarios durante mi segundo mes de trabajo, y que tenía una insuficiencia cardíaca recién diagnosticada que no podíamos averiguar qué la causaba.

Era un tipo sano, en sus 60 años. Hacía yoga todos los días, caminaba algunos kilómetros 5 días a la semana, y era un tipo genuinamente agradable, lo que siempre es una señal de mal pronóstico.

Con su insuficiencia cardíaca, su corazón estaba tan estirado que no bombeaba adecuadamente para proporcionar la sangre y el oxígeno que necesita para el resto de su cuerpo. Unas pocas noches después de su estadía en el hospital, llegué a la mañana siguiente y descubrí que un residente tenía que chequearlo por una arritmia cardíaca inestable (taquicardia ventricular). Fui y hablé con él al respecto a la mañana siguiente y me dijo que estuvo inconsciente durante todo el proceso (debido a la presión arterial baja), pero lo comparó con sentir una sensación de saltar de un avión y hacer paracaidismo.

Más tarde esa mañana lo estaba revisando de nuevo y no se veía muy bien. Volvió a tener arritmia, baja la presión arterial y perdió el conocimiento. Mientras estaba cargando el desfibrilador para hacerle shock de nuevo, su consciencia vuelve y me pregunta brevemente si lo llevaré a hacer paracaidismo de nuevo y suelta una risa nerviosa antes de perder el conocimiento completamente.

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"Los voy a joder a todos" - Un anciano que nunca asistió a sus citas de diálisis.

Unas horas más tarde tuvimos un incendio justo al lado de su antigua habitación, por lo que, a pesar de no ser tan preocupante en ese momento, definitivamente pensamos que tuvo algo que ver con ese accidente.

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No fueron las últimas palabras, pero tuve una paciente de poco más de 20 años que sufría de trombocitopenia grave y sangraba profusamente durante días. Me preguntó si iba a sobrevivir.

Tuve que mirarla a los ojos y decirle que había una buena posibilidad de que ella no lo lograría. Pensé que se echaría a llorar, pero no, simplemente se quedó sentada y lo aceptó, creo que ya sabía que iba a ser así. Murió poco después de que terminé mi turno.

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Paramédico aquí. Estaba transportando a un paciente cardíaco y mientras ambos estábamos mirando mi monitor de electrocardiograma, entró en Fibrilación ventricular, un ritmo cardíaco letal. Su corazón dejó de bombear sangre con eficacia en ese momento, pero había suficiente presión arterial para unos segundos de conciencia. Me miró y dijo: "Pero no veo la luz", y quedo inconsciente.

Le dieron shock un par de veces y medicinas por puñados, pero murió.

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Enfermera de hospicio aquí. Tenía un paciente que estaba experimentando agitación terminal (ocurre los últimos días de vida en casi la mitad de los pacientes). Con una expresión de completo terror en su rostro dijo “¡Ayúdame! Vienen a buscarme”.

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Durante mi residencia estuve de guardia y dirigí el hospital (como suelen hacer los residentes mayores). Una de mis responsabilidades era estar a cargo de toda la unidad de cuidados Intensivos (que tenía una capacidad de 16 a 20 camas).

Estaba cuidando a un hombre que tenía una perforación intestinal (un agujero en los intestinos). Tenía una sonda nasogástrica por la nariz hasta el estómago para que no se ahogara en sus propias heces. Su cuñado y su cuñada vinieron a visitarlo y tuvieron una agradable conversación. Entré cuando se iban y le dijeron "asegúrate de escuchar al médico" cuando se retiraban.

El paciente y yo hablamos un poco y no se veía muy bien. Yo seguía escuchando un sonido de gárgaras mientras me hablaba. Es el tipo de sonido que haces cuando te enjuagas la boca con un enjuague bucal y lo escupes. Inmediatamente revisé su tubo y salió directamente sin esfuerzo.

Me miró y dijo: "No debí haber jugado con el tubo..." antes de ponerse pálido y perder el pulso. Hice todo lo que estaba a mi alcance para salvarlo ese día, pero sus pulmones estaban llenos de heces y murió 20 minutos después.

El resto del día me sentí completamente entumecido y todavía me acompaña ese sentimiento hasta el día de hoy. Tener un paciente sonriendo y riendo contigo en un momento, y luego fallecer 20 minutos más tarde, se siente como una montaña rusa.

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Mi esposo es enfermero de unidad de cuidados intensivos pediátricos y una mañana llegó a casa un poco aturdido. Le pregunté qué le pasaba y me habló de un niño pequeño que ya había estado en la unidad durante unos días y no mejoraba. La mayoría de las noches, el niño se despertaba para que una de las enfermeras le hiciera compañía mientras se dormía de nuevo. Mi esposo estaba haciendo exactamente eso, le leyó un libro y luego se sentó con el niño escuchando música para que volviera a dormir. Antes de dormirse el pequeño le dijo "Tú eras mi favorito". El niño falleció en la mañana, su pequeño corazón se rindió y se negó a revivir.

Aunque todos los pacientes son importantes, algunos dejan más huella que otros. Hasta ese momento, ese niño pequeño no se

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