ANALISIS DE LA PELICULA TENEMOS QUE HABLAR DE KEVIN

TENEMOS QUE HABLAR DE KEVIN

La crítica se basa en esquemas, es más lo dice, desde un esquema psicoanalítico medio freudiano, desde ese punto de vista el análisis no es erróneo.

Considero acertado el plantear que la empatía no es algo que se logra de forma espontánea y que una mujer tiene (o debería) tener la libertad de poder decidir si tener un hijo o no.

Pero lo cierto es que desde esa primordial decisión ella toma un posicionamiento, la cual se vuelve con el paso del tiempo un tanto negligente emocionalmente (y ¿la podemos juzgar por eso en una cultura hetero normada? no, aunque incluso pudiera intuir el final de la drama desde el inicio), y no solo de parte de ella, existe también una negligencia por parte del padre naturalmente, por su búsqueda de afecto por parte del niño por medio de una actitud condescendiente y permisiva con su hijo (si igual es fácil ser el papá buena onda cuando solo ves a tu hijo 2 o 3 horas al día). Ahora bien, mas allá de los intentos que hace luego de buscar una conexión con su hijo, esta nunca se logra, salvo al final, el cual incluso es un momento que pudo haber llevado a la catarsis del drama, pero es frustrado porque el tiempo se acaba. No creo que sea una historia de amor incondicional, creo que buena parte de la motivación de la protagonista se basa en la culpa, no en el amor de madre incondicional, ella siente que tiene una responsabilidad con la cual cargar, y a la vez considera esa culpa y las consecuencias por las cuales su vida termina como se nos presenta como su castigo, es más ni siquiera busca redención, solo asumir un castigo.

KEVIN NO MATA A SU MADRE.

Porque para el seria mejor castigo que ella viviera en carne propia su mal que cometió con el desde el momento que lo rechazo en su vientre psicológicamente genero que Kevin fuera una persona antisocial.

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