Análisis de la película "Voces inocentes"

Voces inocentes", una película que aborda la guerra civil salvadoreña de manera dramática y conmovedora desde el punto de vista de un niño, fue dedicada por su realizador Luis Mandoki a las mujeres de Latinoamérica.

"Paradójicamente, siendo una cinta de guerra, no trata sobre los hombres sino sobre los niños y las mujeres, esos héroes anónimos que viven a la sombra. Para mí es un homenaje a las mujeres de Latinoamérica", dijo el cineasta mexicano en rueda de prensa el jueves, poco antes de la premier de la cinta.

"Es un homenaje a quienes muchas veces abandonadas por el hombre se quedan atrás, no necesariamente en condiciones de guerra, y luchan y muy pocas veces son reconocidas por su tremendo esfuerzo", agregó.

Los patrones de convivencia y el lenguaje (relaciones etnográficas) eran justo una interpretación y reproducción del contexto, las personas se mostraban violentas(enfrentamiento de hombres en el tráfico) y la mayoría de veces la forma de dirigirse era con frases ofensivas y soeces; los niños las utilizaban, sus formas de juego eran siempre representando violencia.

Vivían en condiciones de extrema pobreza(infraestructura), no había empleo, era mas que todo un estado de supervivencia y los constantes saqueos y enfrentamientos hacía que las familias tuvieran formas de defenderse, ya sabían que hacer cuando se daban los ataques; y aunque es un poco patético decirlo, su rutina estaba condicionada a ello.Todos estos aspectos combinados formaban su cultura; una interpretación predispuesta por un control hegemónico, lo cual los hacía ser y actuar (Bonfil Batalla).

El control social dentro de la cinta se evidencia en casi todos los aspectos, empezando por el control por medio de la fuerza: los enfrentamientos casi cada noche, los toques de queda, la toma de escuelas y reclutamiento de niños, secuestros y torturas de hombres y mujeres. Con todos estos hechos el grupo de poder pretendía coartar la voluntad y

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