Bloodshot Dawn

Bloodshot Dawn, tiro de gracia sonoro, inyecto en tus venas.

Si te gusta lo explosivo, cautivante y abrumador, de la corteza al ras, de una vida llena de vibraciones, lo que viene a continuación, seguro pondrá a progresar tus neuronas, expandiéndolas como una explosión a su cometido, justo, como a lo que voy.

Poniéndolo en la cronología de una vida, que está en la cúspide de su adolescencia, la llegada de una banda a ella, no era de mayor significado, vienen y van, como todo lo que te puede llegar a gustar, pero, en ella misma, hubo un lapso, una crónica puñalada, un existencialismo de los peores que pueden haber, tal vez sea un momento de debilidad, un momento fértil para cualquier maestría sonora, no puedes creerme… encontré lo que sería mi droga (mencionando que estoy fuera de las sustancias químicas), mi vida y mi pasión, no dejando aparte lo que sería el metal, fue Bloodshot Dawn aquél tiro de gracia a mi existencia.

Destacándola de varias, las cuales potencialmente pueden ser favoritas de muchos, Bloodshot Dawn, llenará, seguramente lo que es tu vida de armonía y poder, con lo que ahora es, una integración arrasadora proveniente de un país potente, Inglaterra. Benjamis Ellis, Josh Mcmorran, Antony Ridout y no menos importante, el percusionista Doug Anderson, se empeñaron en la creación divina que pronto tomaría fama y arrasaría oyentes, aparte de crear lazos entre la población con gustos parecidos pero diferentes.

Cuatro trabajos discográficos en su haber: un demo, un EP, un single y su álbum debut, el aniquilador de masas y encrespador de frecuencias neurológicas, Bloodshot Dawn, autoproclamado bajo su propio nombre.

Su sonido es único, abierto a posibilidades de un derrame musical extremo, nos dejan boquiabiertos aquellos, mis británicos con sus sonidos más que potentes, rápidos y melódicos; amantes, sí, aquella sensación que sólo puedes tener con un amante ,te lo dan ellos, el deseo de encontrarte varias veces en la misma situación y cada vez desear más de aquello que te hace sentir, eso, es lo que logra su sonido y vibraciones en la mente de muchos, famosa por su carisma y científica en su música, Bloodshot Dawn.

Cada obra que logran es un himno, quieres sentirte identificado con sus líricas, ya que son de abierta interpretación, se hace más fácil y digerible para las personas que no están acostumbradas a este tipo de música, te quieres apropiar de ellas como si poemas o segmentos de rayuela tratasen. Viniendo de guerra pasando por muerte y hasta violencia te logran cautivar con la forma en que trazan sus palabras, y la melodía que dejan fluir entre ellas es más que alucinante, te dejan volar por lo que sientes a la luz de un problema como menciona Estanislao Zuleta en su texto ”sobre la lectura”. Te adaptas fácilmente a cada una de sus palabras y no quieres pensar en nada más que el poder que estos, te hacen sentir en su creación que roza con una perfección auditiva extrema.

Ya conocidos mundialmente, deciden hacer una gira, para rematar su obra discográfica, acompañados de otras buenas bandas, pero como he de mencionar, nunca como esta, menos valorada, pero no opacada, por ninguna, me atrevo a decir. Su sonido en vivo es asesino, quieres mover la cabeza sin parar y liberar esa energía que agobia tus días, ya sea en trabajo, estudio o vagués, de manera inhumana, no importa el prójimo, a la final, terminarás siendo tú y la banda montada en el escenario.

Cuando te encuentras con su trabajo gráfico, lo único que puedes ver es la montada empresa de Doug Anderson, haciendo su trabajo de la mejor forma que pueden. Cautivan y atrapan, emanando ansias de verla y perderse en los escenarios que ante ti, plasman. Sus colores rojizos y de tez mañanera como su nombre lo indica en la palabra “Dawn” (amanecer), te insertan en un mundo que no existe, pero que no ves muy lejano, ya

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