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CUADRO DE CASTAS Música y danza en la Nueva España


Enviado por   •  15 de Junio de 2016  •  Reseñas  •  1.435 Palabras (6 Páginas)  •  505 Visitas

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CUADRO DE CASTAS

Música y danza en la Nueva España

  • Montaje coreográfico, guión escénico, adaptación y dirección: Miguel Yudiel Ramos González

  • Textos citados y consultados:

Historia General de las cosas de la Nueva España – Bernardino de Sahagún

El Naranjo – Carlos Fuentes

La llegada del Virrey – Christa Lledías Martínez

Durante el Sarao – Déborah Ruíz

Cartas de Relación – Hernán Cortés

Turi´a. Bailongo de negros entre blancos y descoloridos – Jessica Lezama Escalona

La Danza en México durante la época colonial – Maya Ramos Smith

La Visión de los Vencidos – Miguel León Portilla

  • Revisión y corrección de estilo: Déborah Ruíz 

  • Interpretes: Alumnos de 1°, 2° y 3° de la LES (Historia y Geografía)
  • Bailarines invitados: Elba Noemí Primero Flores, Lucero López Tablada y Miguel Yudiel Ramos González.
  • Sinopsis: La danza ha sido siempre reflejo de culturas y de pensamientos, se transforma junto con su época e ideologías. Ha trascendido debido a su gran valor a nivel socio-cultural y artístico. En Cuadro de Castas podremos observar algunos detalles y cambios históricos dentro de la Nueva España a partir de una muestra coreográfica. De esta manera nos convertiremos en testigos de danzas que caracterizan etapas desde el encuentro de distintas culturas hasta su mestizaje y consolidación.

GUIÓN

 “Choque de dos mundos”

Narrador – ¡Sea la audiencia bienvenida a vuestra humilde morada! Se presenta ante vosotros Don Miguel Cabrera, natural de esta la Ciudad de México. De sangre gachupín (como nos dicen aquí) y de oficio pintor. Lo que estáis a punto de mirar, considero a bien advertir, os hablará de mí y puedo aseguraros que también hablará de vos.

TERESA – Y todo esto pasó con nosotros.

          Nosotros lo vimos

          Nosotros lo admiramos

          Con esta lamentosa y triste suerte

          Nos vimos angustiados

        Danza Azteca

DIANA - En los caminos yacen dardos rotos

          Los cabellos están esparcidos

          Destechadas están las casas

          Enrojecidos tienen sus muros

Narrador – Después de 80 días de sitio, el 13 de agosto de 1521 se vio derrotada la Gran Tenochtitlán. Era el año 3 caña y una nueva era había comenzado, no con el prometido regreso del Dios blanco Quetzalcóatl, sino bajo la espada y la cruz de otros hombres, también de tez clara cual conchas marinas, llegados también por las inmensas aguas cristalinas y saladas.

OZMAR - Gusanos pululan por las calles y plazas

           Y en las paredes están salpicados los sesos

               Rojas están las aguas, están como teñidas.

        Pavana y Gallarda

“Dioses disfrazados”

Narrador – Derrumbados se vieron los templos, las insignias, los trofeos. Desplomados los mismísimos dioses quedaron. De la derrota, al día siguiente erigieron, con las piedras de los templos indios, las iglesias cristianas. Y así idioma, religión y una nueva concepción del mundo les fueron impuestos.

        Danza de Montezón

ANA – La lengua, el nombre y la creencia nos arrebataron. Y de telas el cuerpo se nos cubrió para no ofender con nuestra piel cacao al recién llegado.

DANIEL – Es digno de admitiros aquello que see pudiese dejar a los indios de sus costumbres y usos, es bien dejarlo y procurar que sus festejos y regocijos sean encaminados al honor de Dios y de los santos cuyas fiestas celebran.

ULISES A. – Siendo el año de nuestro señor de 1600, vuestra excelencia ordena que cada día oviese villancicos y se mande venir a los indios de Sumpango y que hiciesen danzas todos los días desde la mañana hasta la noche los ocho días.

         Danza de Xochipitzahua

Narrador -  Entre paso y paso, jamás sabremos si bailaban fervorosamente para su Dios nuevo o si a las estatuas de sus antiguos dioses, que ellos mismos habían enterrado bajo altares de la nueva religión, dedicaban su alma, su danza.

“Los bailes del Palacio”

DANIEL – ¡La Ciudad de los Reyes! Besa a vuecelencia las manos. Conde Bernardo de Gálvez, excelentísimo señor ¿Jura por Dios nuestro señor, por Santa María su bendita madre, por las palabras de los Santos Evangelios y por este crucifijo; señal de la cruz, que guardará a esta Ciudad, todos fueros, franquezas y libertades que los reyes le ha hecho concedido?

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