ENTORNO CREATIVO.

 “El éxito está compuesto de 1% de inspiración y 99% de transpiración”

Tomas Alva Edison

Al iniciar este día, todavía desconocía de quién hablaría en mi tarea individual; honestamente con un día realmente complicado en el trabajo tampoco tenía muchas ganas de pensar en ello, me encontraba en lo que yo llamó un “bache creativo”, fue entonces cuando decidí poner en práctica uno de los conceptos que aprendí en esta semana, el llamado “descanso ficticio” que consiste en realizar actividades que nos distraigan de nuestro objetivo y, así dar paso a la iluminación. En ese momento mi madre se encontraba viendo una de nuestras películas favoritas titulada “La familia Pérez”, perteneciente a la llamada Época de Oro del Cine Mexicano y que como protagonista presenta a Joaquín Pardavé.

Mientras veíamos la película, mi madre solucionó mi problema al exclamar: “¡Que talentoso era ese señor! Era muy chistoso, además componía y hasta cantaba”, y ¡Eureka! me llegó la iluminación.

Joaquín Pardavé es conocido como “el señor del espectáculo” no sólo participó en más de 70 películas; sino que también se desarrolló como cantautor, guionista y director de cine y teatro.

Desde su nacimiento, considero que Pardavé estuvo destinado al “mundo del espectáculo”, ya que sus padres eran miembros de una compañía teatral llamada “Betril” y fue durante una gira de la compañía donde él nació en el año de 1900, en la ciudad de Pénjamo, Guanajuato.

Pienso que su vocación fue heredada por sus padres; ya que eran actores y cantantes de la compañía teatral antes mencionada y desde muy pequeño, Joaquín Pardavé, tuvo la oportunidad de hacer pequeñas presentaciones en dicha compañía. Creo que esta influencia también fue propiciada  por la “sangre que corrían por sus venas”; dado que entre el resto de su familia se encontraban cantantes, actores, directores y bailarines que también laboraban en la compañía, y que posteriormente, lo ayudarían a intervenir en otros ámbitos del espectáculo como el cine.

La educación que recibió Pardavé, fue brindada en la Ciudad de México, donde no estuvo muy cerca de las artes escénicas, por lo que no considero que el ámbito escolar haya sido determinante en su profesión.

A la muerte de sus padres; Pardavé se vio obligado a abandonar sus estudios y a trasladarse a la ciudad de Monterrey, donde se desarrolló como telegrafista en Ferrocarriles Nacionales, para mantener a sus hermanos. Sin embargo, al seguir su vocación, Pardavé abandonó su trabajo para dedicarse a participar en obras de teatro.

En el teatro; Pardavé no sólo intervino como actor, sino que se involucró en la creación de los guiones y también en la musicalización de las obras. Cabe mencionar que tuvo que trabajar ampliamente en la composición de temas musicales ya que en esa época, el teatro representaba el pasatiempo más importante de la sociedad, por lo que sus composiciones tenían que satisfacer las exigencias del público.

Con el desarrollo del cine, probablemente tuvo que alejarse de la que era su más grande pasión: el teatro; sin embargo, el cambio era una exigencia de la sociedad necesitada de nuevas formas de esparcimiento.

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