Ensayo sobre “DESPERTARES”

Ensayo sobre “DESPERTARES”

En la película es posible analizar diversos puntos de vista referentes a la relación médico – paciente y en cuanto a la experimentación con pacientes para el desarrollo de nuevos tratamientos, para la posible cura de enfermedades. Algo tan importante en nuestro medio profesional; una parte esencial en la vida de un profesional de salud, radica en las metas que ellos mismos se proponen con sus pacientes, en tener una buena relación médico – paciente, en conocer todos sus antecedentes, y lo más importante, ganarse la confianza de ellos y demostrar el potencial y la capacidad de hacer a un lado sus propias necesidades para ver por los ojos de quienes necesiten su auxilio, mostrando empatía y disposición. Se trata de una relación interpersonal, es decir, que implica el encuentro entre dos personas, dotadas ambas de inteligencia, libertad, intimidad y una historia personal única e irrepetible, por lo cual se merecen consideración y respeto mutuo.

Desde el punto de vista del doctor, se puede observar que inicialmente él busca un empleo, para generar estabilidad en un campo estudiado y conocido pero no llevado a la práctica, en donde nunca había ejercido como tal sus conocimientos, sin embargo se fue familiarizando y poco a poco descubrió algo que llamó su atención y que tenían en común entre ciertos pacientes, un mismo patrón de enfermedad, la cual decidió profundizar en su causa, indagando hasta más no poder la historia de esos pacientes, específicamente con uno. Aquí se ve la lucha de un médico, en contra de sus colegas, quienes no aceptan sus ideas, quienes no se preocupan por mirar más allá. A pesar de que el doctor, no tenía la experiencia laboral previa, demuestra algo muy importante, un cambio en su vida tanto profesional como personal, ya que el contacto con estos pacientes le permitió ver, en mi opinión, el aspecto más gratificante de la medicina: el afecto de un paciente (su paciente), pues éste a sabiendas de que estaba siendo utilizado indirectamente para fines experimentales, para el beneficio de los otros enfermos de la sala, que padecían de la misma enfermedad, pese al miedo que le generaba estar en esa incertidumbre, le pide a su médico que siga investigando con él para poder encontrar una cura a su enfermedad y se entrega con total confianza a él, porque confía en él. También demuestra lo que nos hace seres humanísticos pues, sin importar nuestras propias necesidades básicas, nos preocupamos por el bienestar de quienes están al cuidado de nuestras manos, de encontrar la solución y evitar el sufrimiento por encima de los riesgos, un apoyo para estas personas que lo necesitan, que están en un estado de muerte incierta, con despertares llenos de incertidumbre, con esperanzas congeladas, deseos de haber tenido una vida normal y llena de proyectos.

La película nos muestra lo difícil que es la vida de las personas con algún trastorno o enfermedad de base, ver cómo una persona llena de vitalidad, puede llegar a convertirse en un contexto totalmente diferente a lo que era en un principio, y llegar a frustrarse sus metas, anhelos y aspectos positivos en su vida, llenándose de temor y poco a poco ir afrontando lo que sería su muerte, por faltarle ya el espíritu y ganas de vivir una vida natural, pues estos pacientes sienten que han muerto social y espiritualmente.

En cuanto a los principios bioéticos, el derecho de autonomía se ve afectado por la imposibilidad del paciente, debido a su estado catatónico, a decidir sobre su tratamiento. En este caso su madre, es la que tiene el derecho de decidir el procedimiento a seguir, dentro de las opciones ofrecidas por el médico. El médico siempre pone en prioridad el deber del profesional a evitar o rechazar el daño o mal, prevenir el daño o mal y hacer o promover el bien, hace cumplir debidamente el principio de beneficencia, siendo también justo con los procedimientos. A pesar de que el doctor sabia la condición de su paciente, que podía no dar un buen resultado el tratamiento, incluso el mismo paciente sabía que estaría siendo sometido a pruebas de ensayo y error, el doctor nunca dejó de ser humano, de escucharle, de brindarle su apoyo y amistad y eso influyó mucho en su aceptación de la enfermedad, y le brindó siempre una postura firme para afrontarla y luche por una cura hasta las últimas consecuencias, empleando su propio cuerpo como instrumento, si es necesario.

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