Ensayo sobre la significación del cine

Autor: Christian Metz Samuel Cedeño Tlatoa

Obra: Ensayos sobre la significación del cine (1964-1068) 101

Editorial: Paidós Ibérica

Año: 2002

Como se comenta en el texto, la impresión de la realidad en el arte siempre ha sido un tema complejo de abordar. No tocando el tema del bien o el mal en este, sino del fenómeno abismal que es por sí solo. Solemos relacionar la realidad con la tangibilidad, cuando claramente no es así. Cuando el impresionismo de la realidad, aunque lleve la palabra real en su concepto, no es ni lo más cercano a ser o convertirse en algo tangible. Un ejemplo cotidiano se ve reflejado en nuestros pensamientos, tan reales como nuestra cama en la cual pensamos. Ahora bien, el impresionismo del realismo en el antecesor del séptimo arte, la fotografía, se ve proyectado como la huella de un espectáculo pasado, según Bazin. Lo que daría un cimiento para concluir que el cine siendo una fotografía animada debería ser percibida, así como la huella de un movimiento pasado, concordando con el texto.

No obstante, compartiendo la idea con Metz, no es lo contrario a este concepto, ya que el espectador percibe este movimiento proveniente de la pantalla como actual, a pesar de ser una reproducción de un movimiento pasado. Una ficción que tal vez creada y usada de manera inconsciente contribuye a que la realidad en el cine se aísle. Conformando así una combinación entre la ilusión parcial y la percepción, tomando la impresión de la irrealidad en la fotografia como un ingrediente clave que sirve para la incrustación de la realidad del movimiento, realizando una dimensión utópica donde solo se encuentra la existencia del cine, que vive en nuestra realidad, pero no es tangible.

Por otro lado, hablando acerca del impresionismo de la realidad en el arte, tenemos al teatro, el cual se ofrece a sí mismo para cimentar el cine como hoy en día lo conocemos, sin embargo al igual que la fotografía, no comparten el mismo modo e índice de impresionismo realista. Esto yaciendo que el teatro es muy real, cayendo no en una ilusión parcial como lo describe Arnheim si no como se ve mencionado por Metz, concluyendo su forma en la percepción de la realidad, causando que su material en su naturaleza como algo demasiado real, establece límites a la ficción, no permitiéndose crear el injerto de realidad e irrealidad antes mencionado en el impresionismo del cine.

En síntesis, la realidad como en nuestra cotidianeidad la percibimos, no es solo la manera de sentirla. El arte nos enseña que existen diferentes modos de percibir, cada uno con una profundidad que se acopla a los cimientos del mismo arte; cada una coexistiendo con una experiencia única para vivir.

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