La Maleta Ruiz

Un viaje hacia lo no visto y hacia los múltiples mundos posibles que coexisten en nosotros. En esta concepción de la experiencia lo extraordinario está siempre por venir y demanda del ejercicio constante de la atención.

Raúl Ruiz.

La maleta, el primer cortometraje de Raúl Ruiz, no superó los diez años de circulación, pues para el golpe de estado en Chile el año 1973, fue desaparecido o dicho coloquialmente “borrado del mapa”. La razón de su desaparición encarna fielmente una de las características principales que Ruiz acoge a la hora de hacer cine; un cine rupturista, crítico y atento, que viene a dar vuelta el sentido común y las formas tradicionales de estar y permanecer en el universo.

El filme fue recuperado el año 2007 de entre el material acoplado en la cinemateca de la Universidad de Chile. El cortometraje venía rotulado con un curioso título: “película francesa”; éste develó imágenes en bruto que el mismo Ruiz se encargó de editar y sonorizar para su premier mundial en un importante Festival Internacional de Cine en Valdivia, organizado por la Universidad Austral y otros patrocinadores.

Considerando la breve historización anterior de esta espectacular creación cinematográfica, se hace posible un seguimiento de los comienzos de Ruiz, y su dificultad para establecerse en un mundo fríamente moderno e intolerante a la creación de nuevos mundos. La Maleta se presenta ante nuestros ojos como una reflexión comprometida acerca de lo trascendente, cómo por medio del cine puede permanecer aquello que procesamos lenta y a veces quejumbrosamente por medio de la palabra. Se entiende aquí una crítica implícita al uso del lenguaje, a las representaciones y significados que extraemos de esta forma, casi exclusiva, en la que nos basamos para reflexionar acerca del mundo que habitamos. Ruiz trata de mostrarnos que el cine tiene una capacidad de ofrecerse como un espacio, una materialidad para pensar más rápido que con la misma palabra; en ese sentido, el cine representaría muy bien una posibilidad de aterrizaje del mundo perceptivo en un discurso que puede ser poco convencional y maravilloso.

Mi impresión, es que entendiendo el cine como un movilizador de discursos, que ata lo perceptivo con lo reflexivo, éste no podría quedar supeditado a una sola línea de interpretación. La Maleta pone en evidencia lo que para Ruiz opera como multiplicidad exegética en la escena cinematográfica. Así como para algunos el hombre que habita curiosamente en la maleta, puede significar otra personalidad del joven que la carga, para otros ese mismo hombrecillo puede representar el peso de las inquietudes de ese dueño algo apesadumbrado que la transporta por un escenario donde lo real y lo ficcional se mezclan sin cesar, inacabadamente desde el principio hasta el declive del corto.

No es extraño que algunos vean por medio de los avioncitos

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