La Mision

Alumno: José Jonathan Madera Muñoz

Profesor: Juan Manuel Ramírez Gama

Materia: Historia del Derecho Mexicano

La misión

(Análisis de su contexto histórico)

Esta película dirigida por Ronald Joffe, se desarrolla en el siglo XVI, en la época de las colonias europeas en el continente americano, para el desarrollo de mi análisis me instale única y exclusivamente en los acontecimientos históricos que tenían lugar en las colonias sudamericanas de aquel tiempo.

En 1750 tuvo lugar el tratado hispano-luso, que consistía en dirimir momentáneamente la disputa entre estos dos virreinatos por el territorio conocido como la colonia del sacramento, un punto estratégico muy importante para el buen control de sus respectivas colonias. Para los reyes católicos europeos, la figura del Papa, el máximo representante de la iglesia, representaba, ante sus ojos, más que un pastor de almas, un príncipe soberano, y la presencia de las misiones religiosas en las colonias, era más vista como la representación de un estado dentro de sus tierras.Pero la disputa por el territorio de la colonia del sacramento no era la única a la que había lugar, también comenzaban a existir fuertes diferencias entre las monarquías absolutistas europeas y el poder que en aquel momento detentaba la iglesia mediante su misiones de evangelización, particularmente de la de la compañía de Jesúso mejor conocidos como los jesuitas, los pontífices tenían gran influencia en los ámbitos económicos, culturales y políticos.

Las leyes de indias, promulgadas el 18 de mayo de 1680 por el rey Carlos V, regulaban la vida social, económica y política de los pobladores de la parte americana de la monarquía hispánica; y entre sus puntos más sobresalientes, incluía la protección total de la corona española para los nativos de las tierras conquistadas, por tanto prohibía maltratar, esclavizar y comerciar con los nativos. Desafortunadamente la demanda de esclavos por parte de los portugueses, fomentaba el tráfico de personas y representaba un negocio muy redituable no solo para los tratantes, sino también para las autoridades encargadas de las tierras virreinales, quienes al verse tan alejados de la mira de la corona española ignoraban la ilegalidad de estas prácticas.

Los constantes roces entre los representantes de la iglesia católica y las potencias europeas, debido a las labores de protección y educación indígena que realizaban los misioneros llevaron a el Papa Benedicto XIV, a enviar a esas tierras a un nuncio, para que diplomáticamente tratara de desaparecer o disminuir la presencia de las compañías católicas en las tierras conquistadas y así calmar a los ya alterados soberanos portugueses y españoles.

Finalmente en 1767 las compañías

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